Ultracotuñ… Ultravioleta -genial juego de palabras moderno/antiguas- es el indispensable hito del cine de ciencia ficción vampírica que uno, y otros tantos llevaban décadas soñando.

Analizando sus muchos logros, uno se da de bruces con un malvado excepcional, nueva referencia entre los malignos por sus ricos matices y la personalidad única que le otorga el actor que no se sabe quien es, y sinceramente, ¡importa un bledo! el tipo despliega un repertorio dramático que nos dejará a todos, como mínimo acojonados. Némesis inigualable que bebe de fuentes tan veraces como el Streets of Rage 2, si el malo final tiene una metralleta ganará por lógica, sean los "ninjas" que sean los que oponen su tiranía.

Lo malo para él es que se enfrenta con otro de los puntales de la película, Milla Jovovich abre un universo de posibilidades actorales con la fuerza de su actuación, llena de potencia, sosiego, ternura, magia, habilidad, y otros adjetivos benéficos a escoger. Todo amén de un estado físico que le permitiría pasar por el ojo de un alfiler y sobrar espacio para sus espadas, infinitas pistolas y escopetas y sus chaquetas mágicas de colorines, así como un kilo de naranjas del super, mismamente.

Esta tremenda de basu... maravilla jamás sería posible sin la mano firme y genial de Kurt Wimmer, director sin par que narra con pulso soberbio un guion de excepción escrito de su puño y letra, así de desprendido que es el mozo, ayudado en la ocasión de unos medios técnicos sorprendentes, bienvenidos al futuro del CGI, amigos.

Cinta capital e insondablemente fresca, que era absolutamente necesaria para la comprensión global de la vida sexual del caracol tigre… BRAVISSIMO!!