Fue la primera serie que empecé a ver cuando era un chaval, iba a 2º de E.S.O. y la echaban en la Sexta.
Me enganché con el primer capítulo. La historia por la que Michael Schofield hace méritos por ingresar en prisión y su especial modus operandi una vez dentro es cojonuda y obviamente no es realista, pero eso a quien le importa.
En este aspecto la comparo mucho con Breaking Bad.

No destaca por su carácter verosímil, pero si esto no es una pega para el espectador, se disfruta mucho por su ritmo frenético, complicaciones y giros inesperados. Aunque la trama puede llegar a ser algo cansina y puedes tener la sensación de que va perdiendo fuelle a partir de la cuarta temporada. Sin duda lo mejor está en las primeras temporadas, haciendo especial hincapié en la primera.

Los personajes están muy detallados y los conflictos internos entre ellos te pueden hacer cogerle cariño fácilmente a más de uno. Mis favoritos: Scofield (personaje TOP) Sucre y Abruzzi.