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Voto de Néstor Juez:
3
Terror. Fantástico. Thriller Una joven familia se muda a una mansión sin ser conscientes de la aterradora historia que ha marcado su historial durante décadas. Allí, el miembro más joven de la familia hace un nuevo amigo: un muñeco con forma humana al que llama "Brahms". (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para concluir el evento, programado a las 22:00, tuvo lugar el descalabro mayor que yo recuerdo en todas las ediciones que he podido cubrir. Antes de la proyección del filme, se nos comentó que se proyectaría una pieza exclusiva de Un lugar tranquilo 2, llamada a estrenarse en pocos días. Sin embargo, tras una hora de espera se nos explicó que problemas técnicos bloqueaban la película en la sala 1. Por lo que finalmente acabamos viendo la película en la sala 3, sin pieza exclusiva alguna. De todos modos, la película ya era a esta altura lo de menos, más aún considerando que pocos teníamos ganas de verla en primer lugar. Es The Boy: La maldición de Brahms, secuela dirigida de nuevo por William Brent Well. Una joven pareja se muda a una gran casa en el bosque, dónde esperan acercar distancias con su retraído hijo, Jude. Una vez allí, dónde serán vecinos de una casa trágicamente abandonada, Jude desenterrará un muñeco enterrado con aspecto de niño. Este se convertirá en su nuevo mejor amigo, Brahms. Esta amistad, marcada por un amplio abanico de reglas, pronto dejará de ser una inocentada infantil a fuente de espeluznantes sucesos y reminiscencias de un terrible pasado. Un enésimo ejemplo de terror comercial de muñeco poseído en señorial casa apartada. Sustos sobrenaturales aunados con la iconografía infantil. Un heredero más de la contrastada influencia de James Wan en el terror contemporáneo. Una película tan típica como os podéis imaginar. Un filme sin personalidad, estilo diferencial o elemento ingenioso alguno. Una película que más allá de unos niveles de producción aceptables no tiene nada que ofrecer. Es un amasijo de clichés y estereotipos utilizados con nula auto-consciencia engarzados de manera rutinario, lastrado aún más por unos personajes antipáticos en el que apenas cumple la papeleta Katie Holmes. Película que además desprecia a los seguidores de la primera parte contradiciendo su trama, mostrando sin rubor el interés comercial como única razón de ser. Uno de los visionados más prescindibles que podéis encontrar.
Néstor Juez
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