Empecemos por el principio: con el estreno en EEUU, empezó a circular la noticia de que la película no presagiaba únicamente convertirse en la más taquillera de todos los tiempos, sino también en una de las mejores películas del año y/o de todos los tiempos. A todo esto ayudó las elevadas puntuaciones que le otorgaron los críticos del IMBD. Con este resultado, la pregunta es obligada: ¿puede una película de este calibre considerarse, por los expertos, como superior a Ciudadano Kane o El Padrino?...al final, es el público llano quien decide.

¡Pongamos una sonrisa…a esa cara!
La pregunta que está en la mente de todos al escuchar que ya se ha estrenado “El Caballero Oscuro”, es sin duda la siguiente: ¿Heath Ledger merece el Oscar, lo hace mejor que Jack Nicholson, se metió tanto en el personaje que forzó su suicidio?
Desde luego, lo que no cabe duda es que la película tiene un dueño y ese es el Joker. Un personaje con un retrato totalmente diferente al que nos mostró Tim Burton (Batman-1989). En este caso, se muestra ante nosotros un auténtico psicópata, sin ningún tipo de duda al apretar el gatillo, sin temblarle la voz al vilipendiar al que se ponga por delante y, sobre todo, con las ideas muy claras de lo que debería ser el orden vs el caos. Este Joker consigue lo que otros archienemigos de Batman, no habían conseguido hasta el momento o al menos se quedaron en las puertas de conseguirlo: conducir a Batman al terreno de la locura, de la duda, del remordimiento y del cuestionamiento de la propia existencia (en un momento de la película, el Joker le confiesa a Batman: “Para ellos, tú eres un monstruo…¡como yo!”.

Por otro lado, la interpretación de Heath Ledger, es catalogable, como soberbia. Un 10 sobre 10, sobre todo, por la dificultad que supone interpretar a este tipo de personajes marcados por la locura, que obtienen licencia para poder mostrar en la pantalla, todo un repertorio de gestos, bocas, sonidos, etc. A esto hay que sumarle el SanBenito que le dejó el amigo Nicholson tras su magnífica y a la vez histriónica interpretación del mismo personaje citado anteriormente. Heath demuestra que la fama que se ha ido ganando con respecto a su interpretación en este filme, es totalmente merecida: ya es mítica su frase ¡Let´s put a smile…on that face! O su tétrico ¡Why so serious!

En mi opinión, estamos ante una visión renovada de la franquicia, más inteligente que las anteriores, con un dominio perfecto del movimiento de cámaras, con una composición de montaje sublime, con una historia excelentemente definida, con una duración de metraje nunca larga (estás deseando que la película no termine nunca), con unos personajes sorprendentes (especial mención al Joker), con una banda sonora que, en momentos determinados, te pone los pelos de punta y con unas interpretaciones maravillosas.