Jungle Cruise promete más de lo que luego te da.

¿Como no va a ilusionar la idea de ver a los dos actores del momento surcar el Amazonas enfrentándose a sus innumerables peligros con los efectos especiales de una productora del calibre de Disney y esas notas de humor que hacen que la película sea aún más llevadera?
Bueno pues esto no lo logran, de hecho se quedan muy lejos de esta idea.

La película es entretenida sin más. Está dirigida a un público muy infantil, esto es algo que querría recalcar, no es Piratas del Caribe, ni se le asoma. Piratas del Caribe es una película que pueden admirar ambos públicos. Esta solo uno, el de menores de 13 años. Digo que no lo es pero os aseguro que trata de serlo. Emplea continuamente la fórmula del éxito de las aventuras de los piratas más icónicos del cine infructuosamente. E ahí uno de los grandes errores de este largometraje y del cine en general. El tratar de parecerse a una película existosa suele salir mal. Esto es algo que podréis observar en su trama, en sus escenas de acción, en sus personajes… continuamente. ¿Y sabéis qué? No lo consiguen en nada.

La historia inicia en una idea bastante simple con unos buenos perseguidos por dos grupos de malos, pero la fantasía que le meten es algo ridícula… consiguen mantener tu atención pero no hay atisbo de genialidad. Mensaje feminista y LGTBI, me parecen genial ambos, pero el emplearlos en absolutamente todas las películas ya roza el patetismo.

Los personajes algo simples pero carismáticos, la fotografía demasiado digital, el verde del Amazonas no es así, y lo dice uno que ha estado allí… eché de menos cierto realismo en los escenarios naturales.

En conclusión, si tenéis hijos podéis ir a verla, sino os la podéis ahorrar y verla en la tv si algún día los tenéis.