Los que adoramos el Hollywood clásico sabemos que uno de los grandes subgéneros de la época dorada es la del mundo del boxeo, en este campo Mark Robson se mueve como pez en el agua como ya demostró anteriormente en su otra joya "Más dura será la caida".
En este sentido este film es un ejemplo perfecto de cómo se realizaban en aquella época las películas: descripción extraordinaria de personajes (sin enfatizar) y un desarrollo de la trama ágill, describiendo la típica historia de ascenso fulgurante y caida estrepitosa de su protagonista pero con un toque clásico que la eleva por encima de otros ejemplos actuales , véase Cinderella Man.
Si en aquella película de Robson las aventuras y desventuras del boxeador protagonista se mezclaban con el género negro en esta la mezcla se realiza con el drama, consiguiendo superarse a si mismo.
Con todo, estamos ante una de las mejores películas ambientadas en el mundo del boxeo.