La asepsis y la falta de sentimiento te engulle, plano tras plano... Los hermanos Dardenne logran que la frialdad corra por tus venas... lo austero en lo técnico hace que aumente más si cabe la falta de empatía. Un guión simple, la narración equilibrada, una secuenciación de la historia que hace que el espectador no se solidarice con la situación, dramática y límite, de los protagonistas. La naturalidad con la que los personajes viven la falta de cordura y raciocinio hace que no seas capaz de afrontar la realidad de sus vidas, hasta que llega un punto que las causas no cuentan, que comprendes que el punto en el que se hallan va más allá... es la esterilización de la vida... hasta que una pequeña gota hace que se desborde todo... Todo suma, la falta de música, la falta de diálogos profundos que analice la situación, realismo, pero realismo hiriente, que confluye en un gesto, el simple llanto, que dice todo lo que escondemos entre la realidad y el dolor...
Las interpretaciones logran su cometido, helar, y con ello llegamos a quemarnos...