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España España · Granada
Voto de Kikivall:
9
Romance. Drama Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué suerte que pude ver hace apenas una semana este drama de Max Ophüls (1902-1957), un grande de la cinematografía clásica, para algunos uno de los mejores cineastas alemanes del pasado siglo.

La película se desarrolla en la Viena de principios del pasado siglo, en 1900 concretamente. La historia se inicia cuando el famoso pianista, mujeriego y bebedor, Stefan Brand (Louis Jourdan), recibe una carta de una mujer de nombre Lisa (Joan Fontaine) que formó parte de su pasado amoroso, pero a la que no recuerda.

El director Max Ophüls nos ofrece una obra cimera del drama romántico, película barroca y de ambientación grandilocuente, a la vez que penetrante en el abordaje psicológico de un amor no correspondido, con final fatal. Un film de un tacto exquisito, un obra caracterizada por su cuidado estilo y una belleza plástica verdaderamente impresionante. El guión de Howard Koch resulta de la adaptación de una novela del insigne escritor austriaco Stefan Zweig, Brief einer Unbekannten, escrita en 1922, y está compuesto con meticulosidad y certeza.

Magnífica y sólida música de Daniele Amfitheatrof, música en parte original y en parte tomada de Listz, Mozart ("La flauta mágica") y Wagner ("Tanhauser"). Una fotografía potente de Franz Planer, que se beneficia de unos decorados excelentes; de una iluminación majestuosa que subraya la evocación dramática del claroscuro; un movimiento de cámara antológico, con encuadres y travellings soberbios. Fotografía en blanco y negro con un magnífico uso del plano general, y geniales primeros planos exaltan el amor de los amantes; amén de contrapicados de enorme fuerza visual. Perfecta puesta en escena que resalta el carácter decadente de la aristocracia decimonónica; sin olvidar el uso que Ophüls hace de las escaleras como recurso para delimitar el amor y la realidad de la niña enamorada.

En el reparto tenemos a una bellísima Joan Fontaine que no puede expresar mejor ese amor obsesivo e incondicional hacia su amado, por el cual incluso da la vida; una interpretación desatada, radiante, natural y maravillosa. Louis Jourdan hace un papel de gran mérito, con naturalidad, con presencia ante la cámara.

Creo, sin lugar a dudas, que estamos ante una gran película, de las que ya no se hacen. La sabia y profesional dirección de Ophüls, hace de esta cinta una joya del cine del pasado siglo.

Yo sé que a los jóvenes les cuesta ver películas clásicas. Pero al igual que en otras ocasiones, yo les recomiendo que vean esta pieza de lujo del Séptimo Arte, hecha con un enorme magisterio, con gran vigor y de manera muy intensa.
Kikivall
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