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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Thriller. Intriga. Terror El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene ... [+]
13 de febrero de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film se encuentra entre los grandes thrillers de los años noventa, un excepcional ejercicio de intriga psicológica con momentos de auténticos pavor.

La película habla en tono terrible, de esa pandemia psiquiátrica actual que son los psicópatas. Pues si en el siglo XIX-XX el ojo de la psiquiatría se colocó en la histeria, luego vendría la ‘angustia vital’ (López Ibor y otros), pasamos a la depresión de los sesenta para acá; pero en la contemporaneidad son los sociópatas los que ocupan el estudio y la intriga de psiquiatras y psicólogos: asesinos sin escrúpulos, violadores recurrentes y tantos casos como podemos ver en cualquier noticiario. Son personas profundamente trastornadas cuyos rasgos principales son su narcisismo que los lleva a exprimir en cualquier sentido al “otro” (robos, abusos de todo tipo, etc.), carecen de sentimientos de culpa (lo que no quita para que distingan entre el bien y el mal), sobresaliente inteligencia y astucia y sobre todo, que no son reeducables, son refractarios a cualquier forma pedagógica de reinserción social.

En la trama, la policía pretende capturar a un psicópata peligrosísimo. Para conseguirlo una especialista en psicopatía, Clarise (Foster) visita en la cárcel al Dr. Hannibal Lecter (Hopkins), un ejemplar único de sociópata, conocedor de la ciencia psiquiátrica, asesino y con una enorme inteligencia. La joven debe investigar sobre los patrones conductuales de Lecter para interiorizarse sobre la manera de ser de este tipo de peligrosos sujetos.

Jonatham Demme acometió esta obra con enorme creatividad y fuerza, implantando recursos narrativos y visuales que habrían de cambiar el thriller para siempre. El terror de Demme es un terror subyugante y perverso que atrapa y no suelta. Se une a ello un guión muy trabajado y sorprendente de Ted Tally, adaptación brillante de la novela de título homónimo de Thomas Harris.

La cinta cuenta también con una excelente ambientación, música que acompaña a la perfección de Howard Shore y una fotografía genial de Tak Fujimoto.

Obviamente no hay que olvidar las más que convincentes interpretaciones de Jodie Foster en un sorprendente trabajo y Anthony Hopkins que está sencillamente tremendo, hasta miedo da recordarlo amordazado y con esos diálogos seductores y tan perturbadores.

Pánico muy cuidado, golpes de efecto, imprevisibilidad y un maligno Lecter con el que se sueña forzosamente tras el visionado de la película.
Kikivall
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