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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama A finales de los años sesenta, el doctor Malcolm Sayer (Robin Williams), un neurólogo neoyorquino, decide utilizar un medicamento nuevo para tratar a sus pacientes de encefalitis letárgica, enfermedad que priva de las facultades motoras a las personas que la padecen hasta reducirlas a un estado vegetativo. Poco a poco empezará a manifestarse cierta mejoría en los pacientes, especialmente en Leonard Lowe (Robert de Niro). (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película Despertares, se basa en la autobiografía del afamado neurólogo inglés Oliver Sacks (1933-2015), en la cual narró su esfuerzo y entrega para ayudar a los enfermos de encefalitis letárgica o “enfermedad del sueño” a final de los años sesentacon la ayuda de la droga L-dopa. Sacks fue un médico que cobró fama internacional, no sólo por su actividad e investigaciones neurológicas, sino por obras de divulgación que fueron superventas como el ya clásico El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1987) y le seguirían otras obras como Un antropólogo en Marte (1997), El tío Tungsteno: recuerdos de un químico precoz (2003), Musicofilia: relatos de música y el cerebro (2007) o Los ojos de la mente (2011), entre otros.

El irregular director Penny Marshall logra conducir la historia de Sacks por unos derroteros entretenidos y con momentos de interés y amenidad, siempre al gusto de la concurrencia y cocinado todo con suma corrección. Pero Marshall toca también el corazón del espectador con algunas cargas sentimentales de profundidad que hacen pensar, buscan la lágrima del respetable, aunque en un tono templado y sin extravagancias sensibleras. Tiene un guión escrito con solvencia por Steven Zaillian, basado en la obra de Oliver Sacks, Awakenings de 1973, sabiendo Zaillian retratar muy bien a los personajes. La música de Randy Newman es aceptable y la fotografía de Miroslav Ondricek también resulta adecuada.

Entre los actores destaca un Robin Williams que hace un excelente trabajo interpretando al Dr. Sayer (Sacks en la realidad) como médico comprometido con sus pacientes; un doctor muy vocacional e interesado por los nuevos tratamientos; todo lo cual borda Williams en una de sus mejores interpretaciones. La otra pieza principal es Robert de Niro, que hace de paciente inicialmente en estado somnoliento, luego recuperado y jovial, y finalmente y conforme retorna a la enfermedad, teniendo que interpretar una patología caracterizada por los espasmos y los tics, lo cual hace brillantemente De Niro, pudiéndose hablar de una actuación dura rozando lo mecánico. Julie Kavner estupenda como la abnegada y entregada enfermera Costello. Están muy bien el resto del equipo actoral.

Es esta una película melodramática sobre la disposición médica, de cómo se producen los avances científicos, paso a paso pero con tenacidad, y es igualmente un ejemplo del afecto que un médico humanista debe sentir hacia sus pacientes, hombres y mujeres que sufren y que también agradecen y mucho la atenta y compasiva mirada del terapeuta, amén de un adecuado tratamiento. Un “Doctor bueno”.

Podría decirse que es una película bonita, sentimental, entrañable a la vez, y sobre todo, cuando pensamos que se trata de algo real, que no es un cuento. Habla también de la lucha y la superación tanto del médico como de sus pacientes por mejorar y poder cambiar su triste “sino”.
Kikivall
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