Esto es cine. Cuando se hace una película así, donde todo parece no filmado, con unos intérpretes que no conocemos, que no van de divos,que actúan como si no actuasen, cuando la cámara se limita nada menos que a no notar que existe, entonces todo funciona. Con el aliciente de decirnos algo sobre la cultura y el modo de vida de un país del que se sabe tan poco.
Con una tragedia silenciada, en una sociedad que es a la vez antigua y utiliza la moderna tecnología resulta un retrato extraño, inquietante y a la vez normal, cotidiano.
Con el añadido de que se sale de lo habitual, del cine que estamos hastos de ver,.
Esto es cine independiente y lo demás son historias.