Delicada y deliciosa historia donde un maestro para poder ver a sus hijos debe hacerse pasar por mujer. Algo nunca visto en el cine ni en televisión, un hombre disfrazado de mujer, no he visto nada así en la puta vida. Tienen un grupo de rock tipo ACDC y nuestro maravilloso protagonista toca el teclado, porque todos sabemos que en ACDC el teclado es indispensable ¿verdad?. Lo demás, gracias de mierda de niños, putos niños, la pelirroja de "Sin tetas no hay paraíso" que me la pone como el brazo de un gitano cogiendo una manzana y poco más.
El grupo de rock (o lo que sea eso): el guapo, el tonto y el cerdo.
Deliciosa para ver con pastas y mojar en té.