Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Substantial23:
8
Drama. Comedia. Romance Julie va a cumplir los treinta y su vida es un desastre existencial. Ya ha desperdiciado parte de su talento y su novio Aksel, un exitoso novelista gráfico mayor que ella, la presiona para que contenga su energía creativa y siente la cabeza. Una noche se cuela en una fiesta y conoce al joven y encantador Eivind.
6 de junio de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Nadie es justo para siempre", sentencia un verso del poeta italiano Antonio Riccardi. Y es que la vida humana -y cada vez más- abarca los años suficientes para que uno sea juez y verdugo, amante o criminal, un pequeño dios o un pequeño diablo. Se hace difícil, pues, catalogar una vida entera como de ejemplar o de intachable. Creo que esta es, en esencia, la idea más primitiva detrás de este título de Joachim Trier, "La peor persona del mundo".

El cambio climático, la falta de expectativas, guerras en activo y guerras incipientes. Un país al borde del colapso, la búsqueda de algo auténtico en la época de la posverdad y las IA: esto es lo que los llamados milenials hemos heredado. Somos más conscientes y tenemos más herramientas y recursos conceptuales pero, ¿cómo aplicar esto a nuestra propia vida? ¿Cómo se conjugan en el propio ser, a fin de cuentas, los discursos progresistas de una generación, con las pulsiones y deseos más profundos? En otras palabras: ¿cómo hacer una mam@da en la era del #MeToo?

A todas estas contradicciones tendrá que enfrentarse Julie, nuestra protagonista, quien al comienzo de la cinta está a punto de cumplir los 30 años. La edad aquí no es nada baladí. Está perfectamente estudiada. Nuestros padres a esa edad ya tenían una vida más que "consolidada". Seguramente un hogar y una familia ya formada. El trabajo que será el trabajo de toda la vida. Hoy tenemos a una nueva veinteañera en busca de lo que todos buscamos: una vida feliz.

En una película tan atravesada por Freud -esto se muestra constantemente, tanto en alusiones directas por parte de los personajes como en el título de las propias secciones en las que está dividida la película- no podemos obviar la importancia que el director da a las pulsiones. Decía el inventor del psicoanálisis que ante estas tenemos dos tipos de respuestas: consumarnos a ellas o huir. Y esto es precisamente lo que hace Julie, indistintamente, a veces de manera automática y poco reflexiva, como si no hubiera tiempo para la reflexión o como si una reflexión no fuera posible. Ella tiene que ser ella a toda costa, seguir esos impulsos, a pesar de ir dejando cadáveres emocionales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Substantial23
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow