Una bella e interesante historia nos sumerge en esta, Mamoru Hosoda. Siendo su segundo más grande trabajo (premiado), no decepciona en lo más mínimo.


Como se aprecia en esta película, la tecnología en la vida humana cada día es “importante” y se extiende con mayor facilidad por todo el mundo. De allí empieza el gran alboroto cuando la I.A. no juega de nuestro lado. El juego ya pasa de ser eso, convirtiéndose en un peligro para todos.


Siendo esta la idea que une a todos nuestros participantes, esta gran “familia” con ayuda de un nuevo integrante, se verán luchando con lo real. Con la unión, el amor, la fortaleza y un mundo no tan virtual encontraremos las muchas consecuencias que se desprenden para ser una sola cosa: verdad.

Lo que realmente llama la atención mientras la cinta sigue su marcha en esta película, es la belleza y sentimientos muy bien definidos de cada personaje, captando a la perfección como es una verdadera familia (Dando Daikazoku). Y como bien se sabe, ya poco ahora se ve esta imponente fuerza que consolido al “anime” en sus grandes inicios.


Altamente recomendada por su infinidad de expresión.