Basada en el cómic homónimo, relata una aventura del super héroe del epígrafe. Como nota superior, a mi criterio, sobre otras filmaciones análogas, hay un coloreo más preciso de la psicología del personaje protagónico y sus vivencias, que insumen buena parte del film, que no se circunscribe a un abanico de proezas físicas -que, por supuesto también las hay- sino que se humaniza en cierto sentido al héroe. La parte relativa a los efectos especiales es irreprochable, hay escenas bastante memorables en ese área. Se me antoja que estos personajes con super-poderes son una floración del paganismo moderno, donde los dioses del olimpo griego o del Wallhalla escandinavo son sustituidos, en una época tal vez más escéptica y agnóstica, por humanos que asumen esas potestades que tenían los antiguos dioses dándoles un carácter sobrenatural, después de la lacónica sentencia de Nietzsche de que Dios ha muerto, mostrando una necesidad implícita de los seres humanos de acudir a figuras superiores a su pura conformación y naturaleza limitada.