...pero se le están dando unos aires de obra maestra y no es para tanto.

Tiene fallos. Y no estoy hablando precisamente de la fotografía, que es austera y fiel reflejo de la falta de medios con la que tiene que lidiar el director. Esto lo entiendo perfectamente, lo perdono y de hecho le da cierto encanto a la película. El problema está en el guión y la descripción de personajes.

Leo en muchas críticas comparaciones con "Las tortugas también vuelan", porque claro, esa película también pone encima de la mesa las miserias de la sociedad iraní, la lucha por la supervivencia, etc. Pero ahí se acaban las semejanzas. Para empezar porque la de Ghobadi no es ni de coña tan condescendiente como "Niños del paraíso". Es decir, si te tiene que hacer odiar a un personaje lo hace, aunque sea un niño. Trata temas duros y lo hace sin concesiones.

Ésta no. En primer lugar porque te marca la línea muy clarita. O estás con el niño o eres un monstruo. Él es la reencarnación del bien, un santo, lo hace todo por los demás... que no digo que sea malo, pero no me lo vendáis como un personaje con matices porque no lo es. Y para colmo esa hostilidad del medio está tan diluida... ¡Qué amables son todos! ¡Qué fácil es convencerles para que ayuden al chiquillo!

Eso por no hablar de las lloreras que se echa. Joder, me vais a perdonar la barbaridad, pero es que me da hasta grima. No, no me parece que lo haga bien. Y esos momentos en los que le empiezan a caer lágrimas y al instante los que están alrededor caen rendidos... no puedo con ellos. Me parecen muy falsos.

Es irregular. En general se puede decir que el conjunto está bien montado, pero luego hay cada escena de pegote por ahí... ese momento de las burbujas, que es la apoteosis de la cursilería (y mira que yo tengo estómago para estas cosas), saliendo de la nada, porque sí, vamos a poner a los personajes rodeados de una atmósfera de felicidad aunque no venga a cuento. O si no el viajecito con el padre a buscar trabajo, que por cierto, lamentable el humor ("humor", je) de esta parte, y cuántas cosas ocurriendo por ahí sin sentido ni un flujo narrativo mínimamente normal.

No quiero decir con todo esto que no me guste, porque como fábula me parece bien contada y su sencillez está llevada con bastante soltura, pero se le ha dado una dimensión excesiva en mi opinión y la propuesta tiene sus fallos. Es difícil llevar a un personaje como Alí del papel a la pantalla sin que resulte forzado en algún punto, y en ese sentido la obra de Majidi no pasa la prueba. Lo mejor de la película, de hecho, es el papel de la niña, y porque huye de simplismos innecesarios; me parece un personaje mucho mejor descrito que el protagonista, en el sentido de que se comporta más como una persona real que como un estereotipo idealizado.