Chocolat es una de las formas más bonitas y entretenidas que he visto yo de llevar un cuento a la gran pantalla.
Usando la voz en off cómo narrador, y con muchísima magia y ternura, la cinta nos narra la historia de una madre y su hija que, después de mucho viajar, llegan a un pequeño pueblo francés donde nada parece haber cambiado en los últimos cien años. A partir de su llegada, deciden montar una chocolatería en el centro del pueblo e ir invitando a todos los vecinos a pasar por allí acercándose a ellos y provocando ciertos cambios en sus vidas. A raíz de todo esto, las cosas empezaran a moverse, poco a poco, transformando la vida tan rutinaria en ese lugar en algo distinto, mucho más dulce y cercano.

La película no solo trata las partes bonitas y dulces de esta transformación sino que también se mete a explorar temas muy serios. Desde la violencia de género pasando por el peso de la iglesia en las comunidades pequeñas y acabando por tratar el racismo y la discriminación. Y todos estos temas los toca con un suave y delicado toque, de forma muy orgánica y certera (quizá un poco ingenua), para que los espectadores sigamos viajando por "las páginas" de este pequeño cuento.

Además, la película cuenta con toda una serie de actores bastante top (Juliette Binoche, Judi Dench, Alfred Molina, Johnny Depp, Carrie-Anne Moss) que defienden sus papeles a la perfección. Las que más destacan son Juliette y Judi Dench, ambas fabulosas, y las encargadas de ponerle el corazón a esta bonita historia. El director, por su parte, maneja bien todo el esquema de esta historia para que siga funcionando tanto en niños como en adultos y utiliza de maravilla una BSO sutil pero muy mágica que acompaña a las imágenes.

No hay mucho más que decir, esta es una de esas películas tiernas, sensibles y con mucho mensaje que yo particularmente recomendaría a casi cualquier persona de cualquier edad a poco que le guste este tipo de cine. Si queréis pasar un buen rato agradable y entretenidos, dadle una oportunidad.