Realizada por uno de esos directores "de clase media", Chris Columbus (cuyo único riesgo tal vez fue su peli menos rentable, Rent, aunque sea la mejor con diferencia), esta historia pertenece a esa categoría que podríamos titular como "telefilms con pasta": melodrama no especialmente original, pero con un trío protagonista casi insuperable. La Roberts, la Sarandon y Ed Harris están correctos, en unos papeles un tanto estereotipados y que no exigen demasiado a sus intérpretes.
Sin embargo, hay demasiados "peros": Luke, en una encrucijada entre su ex, Jackie, y su nueva novia, Isabel, ve cómo cambia todo cuando se descubre que la primera está gravemente enferma, con el dilema de qué pasará con los hijos. Lo curioso es que en esto, que no es demasiado interesante, el personaje de Ed Harris practicamente desaparece, sin que veamos ningún motivo claro, y todo se alarga en exceso (un metraje de más de dos horas resulta completamente innecesario para contar la historia), lo que provoca que se pierda el escaso atractivo que tiene la peli, aparte de estar adornada por una banda sonora de canciones de lo más cansina, en la que se repite hasta tres veces, en escenas practicamente idénticas, el "Ain`t no Mountains High Enough" de Marvin Gaye.
En definitiva, otro producto de lujo elaborado para lograr la lágrima fácil sin ofrecer ninguna dosis de originalidad.