Me ha gustado la película, no tanto quizás como la soberbia La Última Noche, pero sí que guarda sus perlas de talento: las interpretaciones son brillantes , sin duda, desde Denzel Washington bordando el rol de poli-negociador cínico y un poco de vuelta, a la misteriosa Madeleine White dibujada por Jodie Foster, hasta el espléndido jefe de los misteriosos "steves", Clive Owen, y un buen puñado de secundarios de lujo como Chiwetel Ejiofor o Christopher Plummer; el guión es magnífico, un buen debut en la pantalla grande de Russell Gewirtz, quien nos ofrece una historia repleta de giros y situaciones novedosas, dentro de un género tan trillado como es el thriller, y aún más, el trhriller basado en el robo a un banco. Evidentemente, la peli tiene sus "peros", como la típica denuncia social made in Spike Lee metida a calzador en determinados diálogos, una estética un tanto videoclipera en ocasiones, y una música molestilla en general, pero el conjunto hace que las dos horas de metraje se conviertan en una agradable experiencia.