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España España · Oviedo
Voto de babayu:
8
Drama Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
4 de marzo de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Descubrí a Gus Van Sant en los minicines Clarín de Oviedo hace dos décadas, con esa pequeña obra maestra que fue Drugstore Cowboy; desde entonces, va alternando el cine comercial con el "indie", con luces y sombras a lo largo de una quincena de pelis. No obstante, lo que hace siempre tiene su punto de interés.
Aquí traduce a la pantalla el oscarizado guión de Dustin Lance Black, configurándose como una especie de biopic, aunque centrado en los seis años "públicos" de Harvey Milk, desde 1972 hasta 1978. La peli está muy bien construida: desde el principio sabemos qué va a pasar, pero no el cómo ni el porqué, y ahí es donde el talento del director se evidencia, reconstruyendo a lo largo de poco más de dos horas esa historia de un personaje que tuvo la vocación de atacar los prejuicios, de luchar contra la homofobia, uno de los reductos del conservadurismo de raíz cristiano-conservadora.
La ambientación me parece espléndida, desde la marcha de Harvey y Scott a San Francisco, hasta llegar a ese valle de Eureka, a ese Distrito de Castro, en el que, a partir de una modesta tienda de fotos, se originó una auténtica revolución contra el orden social y moral establecido. Creo que la dirección artística de Charley Beal, unida a la fotografía de Harris Savides, combinándose con unos acertados insertos de imágenes documentales, han logrado una recreación perfecta de los tintes setenteros, de esa particularidad que convirtió un gris barrio católico irlandés en un multicolor paraíso para los homosexuales de todo el mundo.
Impresionante es el trabajo de Sean Penn, un auténtico tour de force del mimetismo, en el que el actor literalmente se transforma en el hombre, al igual que muchos de los secundarios de la peli, entre los que hay que destacar a James Franco, como Scott Smith, el amante que se apartó a un lado ante las veleidades políticas del prota, a Josh Brolin encarnando a Dan White, el rival político (y...) de Milk, a Emile Hirsch (espléndido actor a seguir, ya desde su protagonismo en Into The Wild) como Cleve Jones, y así todo el reparto.
Una gran película, y eso que a mí no me suelen interesar demasiadas muestras de este género.
babayu
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