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España España · Oviedo
Voto de babayu:
8
Intriga. Drama Georges es el típico burgués: presenta un programa literario en televisión y lleva una vida acomodada con su mujer y su hijo adolescente. Pero, de repente, empieza a recibir unos paquetes anónimos que contienen cintas de vídeo, grabadas desde la calle, y unos dibujos inquietantes cuyo significado es un misterio. No sabe quién se los envía; pero las secuencias que aparecen en las cintas son cada vez más personales, lo que parece indicar ... [+]
10 de mayo de 2008
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Está claro que el cine de Haneke es diferente, eso ya es un punto; aquí, nada es lo que parece, o todo es lo que parece, según lo que quiera el espectador en cuestión. Innegablemente, como en Funny Games, Haneke juega a ser Dios, a alterar o matizar las distintas realidades que nos muestra, pero en esta ocasión da un paso más. Yo creo que se atreve a invitar al espectador a interpretar lo que ve de acuerdo con lo que busca, es decir, si uno se acerca a la peli esperando ver un thriller más o menos convencional, lo encontrará, quedándose con la trama de las cintas de vídeo, mandadas por un presunto merodeador (pero... ¿quién?); si lo que nos apetece es buscar una denuncia social, también podemos encontrar unas cuantas claves en la peli que nos llevan a reflexionar sobre el racismo, la xenofobia, la lucha de clases, etc. Por otro lado, a veces apetece llevarse a la boca un buen pedazo de tarta psicológica, y entonces podemos centrarnos en la desestructuración de la familia, la incomunicación, la lejanía tan cercana entre las relaciones de padres e hijos, por ejemplo; incluso nos hallamos ante la posibilidad de ver una clásica historia moral de venganza, de ésas en las que se nos cuenta que el pasado siempre vuelve, que habrá un momento en el que tendremos que pagar por nuestros pecados.
Todo este rollo para decir que en un par de horas el director austriaco nos sirve una genial dosis de poderío narrativo cinematográfico, no sin dejar claro que él es el el jefe de todo el tinglado, que somos las marionetas que también él maneja, como a los actores (creo que el final, con el plano fijo a la salida del instituto y los dos chavales hablando, es un claro ejemplo de esto, es como querer mostrar una obviedad pero diciendo: "eh, que yo elijo cuándo y cómo voy a ser obvio").
Ah, y tanto Daniel Auteuil como la Binoche están espléndidos, pero eso casi no tiene importancia.
babayu
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