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Voto de Lucien:
7
6,4
18.499
Thriller. Intriga
Basada en la historia real de Robert Baer (George Clooney), un agente de la CIA que se pasó toda su vida trabajando para la Agencia en Oriente Medio e investigando casos de terrorismo. Por su experiencia en Beirut en los turbulentos años ochenta, lo envían allí para realizar una compleja misión en la que están implicadas dos empresas petrolíferas americanas a punto de fusionarse, una investigación de la agencia federal estadounidense y ... [+]
17 de octubre de 2009
32 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vayan dos confesiones. La primera: cuando traté de ver la película por primera vez y sin subtítulos en inglés, tuve que dejarlo a los 40 minutos. Y eso que vivo en los Estados Unidos y hablo inglés. La segunda: cuando me puse a verla una segunda vez, con subtítulos, fijándome en la dirección, una vez documentado de los movimientos geopolíticos de la zona, etc. la película me pareció realmente toda una aportación. (No es tan compleja, si uno no se deja llevar por el enrevesamiento de nombres y compañías, by the way).
Hay películas destinadas a un tipo de público (mayoritario o minoritario) y otras que además van dirigidas al ejercicio de la autocrítica. Este es el caso de esta película ideológicamente necesaria que a pocos años vista vale un 8 y que en algunos años quizá quede en un 6.
Syriana es una película compleja, realista hasta el detalle en cuanto a los intereses que se confrontan en el Oriente Próximo, pero esencialmente es un 'Mea Culpa' americano.
Obviamente para todos aquellos que sabemos de los manejos de las altas instancias estadounidenses, para quienes sabemos los crímenes de lesa humanidad que abanderan sus estrellas, es solo un batiburrillo. Sin embargo, donde hay que ver el sentido de esta crítica es en el contexto de "esta" mentalidad. Les puedo asegurar que he visto a mis amigos americanos volver a su casa callados después de Syriana, porque descubrían que su estado era corrupto y ya no eran los héroes protectores del mundo.
Para muchos será obvio. Para millones de personas en este país ni lo era, ni lo "puede" ser. Es muy duro admitir desde su ombliguismo su propia vileza. Como todo acto de contrición y crítica se entiende mejor desde dentro que desde fuera, créanme.
Syriana parece que pretende hacer referencia a las historias que se mueven en el entorno de un país imaginario próximo a Siria (digamos Líbano, digamos Irán). Por tanto es una metáfora del Oriente Próximo visto desde EEUU. Es una película de espionaje que evita hablar de buenos y malos, que pone a Clooney con sobrepeso en el papel de espía. Igual eso no significa nada, pero significa mucho para un país que vive del pensamiento lineal.
Por eso, el trabajo de Gaughan era necesario. Eso no la hace buena película técnicamente (ya que hay un evidente desmaño en el desarrollo de la narración y una vinculación contingente que la conduce al envejecimiento inmediato), pero no es menos cierto que aporta algo a esa postura de sillón y palomitas del cine americano. Eso solo, vale su precio en oro. Un cine que hace pensar.
(sigue en spoiler)
Hay películas destinadas a un tipo de público (mayoritario o minoritario) y otras que además van dirigidas al ejercicio de la autocrítica. Este es el caso de esta película ideológicamente necesaria que a pocos años vista vale un 8 y que en algunos años quizá quede en un 6.
Syriana es una película compleja, realista hasta el detalle en cuanto a los intereses que se confrontan en el Oriente Próximo, pero esencialmente es un 'Mea Culpa' americano.
Obviamente para todos aquellos que sabemos de los manejos de las altas instancias estadounidenses, para quienes sabemos los crímenes de lesa humanidad que abanderan sus estrellas, es solo un batiburrillo. Sin embargo, donde hay que ver el sentido de esta crítica es en el contexto de "esta" mentalidad. Les puedo asegurar que he visto a mis amigos americanos volver a su casa callados después de Syriana, porque descubrían que su estado era corrupto y ya no eran los héroes protectores del mundo.
Para muchos será obvio. Para millones de personas en este país ni lo era, ni lo "puede" ser. Es muy duro admitir desde su ombliguismo su propia vileza. Como todo acto de contrición y crítica se entiende mejor desde dentro que desde fuera, créanme.
Syriana parece que pretende hacer referencia a las historias que se mueven en el entorno de un país imaginario próximo a Siria (digamos Líbano, digamos Irán). Por tanto es una metáfora del Oriente Próximo visto desde EEUU. Es una película de espionaje que evita hablar de buenos y malos, que pone a Clooney con sobrepeso en el papel de espía. Igual eso no significa nada, pero significa mucho para un país que vive del pensamiento lineal.
Por eso, el trabajo de Gaughan era necesario. Eso no la hace buena película técnicamente (ya que hay un evidente desmaño en el desarrollo de la narración y una vinculación contingente que la conduce al envejecimiento inmediato), pero no es menos cierto que aporta algo a esa postura de sillón y palomitas del cine americano. Eso solo, vale su precio en oro. Un cine que hace pensar.
(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película se caracteriza por la noción de sacrificio. Los tres personajes principales evidencian los tres actitudes posibles: Damon, una forma de integridad que apoya el cambio en los países de Oriente (y pierde a su propio hijo: como la propia nación pierde a sus soldados en aguas equivocadas); Clooney un aturdido espía canadiense que en su condición neutral trata de evitar la tragedia (y pierde su vida); Wright, la aceptación de un estado de cosas (y pierde la nobleza que se intuía al comienzo, incluso el respeto de su propio padre). Desde arriba, como un dios omnipotente, la mano derecha del gobierno americano (CLI) y justo en la mitad de la tormenta dos personajes, acción y reacción, que representan la esperanza truncada de esa Siriana que tanto se parece a Irán: un príncipe-emir con sueños de cambio y un joven que lucha por sobrevivir y termina embarcado en un suicidio terrorista.
Maravillosos secundarios. Maravillosos los actores que interpretan el mundo árabe, porque le otorgan una profundidad que ni Damon, Amanda Peet pueden igualar.
En la retina quedan esos rostros del comienzo, ese pueblo dividido, amalgamado frente a un autobús en el desierto. Y, al otro extremo, el retrato de un espía en un cajón. La mera imagen de Clooney con la bandera blanca, poco antes de morir, de ser tachado por su propio pueblo, ya es suficiente metáfora como para valorar el film. Y que llega tarde, como esas pancartas en contra de la invasión de Irak y que ya han sido medio arrancadas en frente de mi casa.
Maravillosos secundarios. Maravillosos los actores que interpretan el mundo árabe, porque le otorgan una profundidad que ni Damon, Amanda Peet pueden igualar.
En la retina quedan esos rostros del comienzo, ese pueblo dividido, amalgamado frente a un autobús en el desierto. Y, al otro extremo, el retrato de un espía en un cajón. La mera imagen de Clooney con la bandera blanca, poco antes de morir, de ser tachado por su propio pueblo, ya es suficiente metáfora como para valorar el film. Y que llega tarde, como esas pancartas en contra de la invasión de Irak y que ya han sido medio arrancadas en frente de mi casa.