Road Movie de terror, de la mano de dos debutantes tanto en dirección como en guión: los franceses Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, que ciertamente han comenzado bastante mal su andadura en el mundo del cine, pues su historia, como tantas y tantas malas películas de terror, aburre en vez de aterrar, demostrando una total falta de imaginación al basar el proyecto en la mala explicación de una leyenda urbana. Si bien es cierto que hay que entender que el film está rodado bajo los supuestos de las series B, no hay que olvidar que estamos ante un inconsistente relato que en ningún momento crea tensión y cuyos chistes son bastante desafortunados, con lo que podríamos catalogarlo directamente como de serie Z, por lo menos. La trama es de lo más ilógica; y no me refiero a los hechos sobrenaturales, sino a cosas más triviales como que una familia viaje en Nochebuena por la noche o que alguien que va a pedir la mano de su novia se quede tan tranquilo cuando ésta se queda sola por la noche en una carretera. Por no hablar del hermano pequeño de la chica, tan horriblemente estereotipado que resulta lo más terrorífico de toda la producción. El mejor personaje de todos es Ray Wise, siendo el único que aporta cierta gracia, aunque ha tenido interpretaciones más felices como en las recientes "Buenas noches y buena suerte" y la quinta temporada de la insuperable teleserie "24". El final, cómo no, es totalmente insatisfactorio, además de dar una innegable sensación de "ya visto". En definitiva, un fracaso importante ya que ni cumple con los requisitos de serie B, que como mínimo hacen reír y que va a marcar duramente a sus creadores para futuros trabajos.