Gungrave narra la historia de 2 pandilleros salidos de un orfanato y que se proponen llegar a la cima del crimen organizado. La historia nos traslada a una ciudad donde la vida poco o nada vale, donde Brandon Hit y Harry McDowell viven con sus amigos en un local en ruinas. Estos pandilleros se dedican a hacer pequeños trabajos, sobreviviendo como pueden y metiéndose siempre en peleas, con todo y esto, viven relativamente felices y tranquilos como una auténtica familia. La historia da un giro inesperado y Brandon y Harry se quedan solos, llegando el punto de inflexión de Harry de llegar a lo más alto junto con un Brandon siempre dispuesto a seguir a su mejor amigo hasta la muerte.

La serie va de menos a más y tan sólo alcanza la excelencia al final de su último capítulo, lo que no convierte a Gungrave en una serie excelente ni en una obra maestra, pero si en una buena serie que nunca llega a ser aburrida. Es difícil sentir empatía por sus personajes, siendo Brandon el más cercano por puro descarte del resto. La historia no está mal, teniendo momentos realmente entretenidos, y como dije antes, yendo de menos a más. La moraleja final es que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pues la verdadera amistad es algo irreemplazable, como llega a comprender Harry al final.

Un 7 y aquí paz y después gloria.