Entretenidísima segunda parte de la saga «Hora punta»; diría que incluso mejor que la primera, lo cual es ya bastante raro, aunque no imposible.

Jackie Chan está pletórico; creo que te ríes cada vez que abre la boca, y mira que no hay un motivo especial para que uno se ría, pero así es. Será que lo dice todo tan serio, con tanta inocencia, con esa expresión de no haber roto nunca un plato, que te da la risa. Chris Tucker está desbocado y se comporta como un payaso durante toda le película; de hecho, alguna que otra vez dan ganas de taparle la boca, pero en conjunto funciona bastante bien.

La trama tiene hasta elementos de intriga y, cómo no, coreografías de artes marciales que parecen imposibles. Yo todavía no me puedo creer que Jackie Chan cupiera, y además de esa forma, por el hueco de una ventanilla tipo de cajero de banco. Espectacular. A mi siempre me quedará la duda de cómo pelearía en serio, de verdad, a vida o muerte. Quizá en sus inicios sea posible verle, no lo sé. Habrá que indagar.

Lástima que tardaran tanto en hacer la tercera parte, aunque tal y como acaba «Hora punta 2» te deja un gratísimo sabor de boca. Estos por donde van, arrasan Cuidado, Nueva York.