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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Aventuras. Acción Benjamin Franklin Gates (Nicolas Cage) ha dedicado su vida a buscar el legendario tesoro de los Caballeros Templarios, del que se decía que estaba escondido en algún lugar de Estados Unidos. Durante siete generaciones, la familia Gates, siguiendo las pistas que dejaron los 'Padres Fundadores' de Estados Unidos, recorrieron el país en busca del tesoro. Cuando, por fin, Ben descubre la pista definitiva: un mapa oculto en el reverso de la ... [+]
16 de noviembre de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues mira, he aquí un ejemplo de película tontísima y sosísima sin ningún ramalazo de elegancia, intriga o emoción, y con una nota que considero excesiva desde todos los puntos de vista. Y me sorprende, admito que me sorprende.

Este caza tesoros (porque nadie dice que sea arqueólogo) con la facha de Nicolas Cage, ayudado por su compañero de fatigas que gusta de auto-humillarse y por la conservadora del Archivo Nacional que pasaba por allí, se enfrenta a la apasionante aventura de encontrar un tesoro en plena ciudad del siglo veintiuno. Hasta ahí bien, desde luego. El argumento tiene su originalidad, su misterio, la curiosidad de saber cómo resolver un planteamiento tan clásico y mítico desde lo cotidiano.

Pero, claro, cómo iban a hacerlo: pues mal. Ya desde el principio nos encontramos con una escena estúpida a más no poder donde el protagonista tiene que defenderse de una inesperada traición que en realidad todos nos esperábamos. Eso marca el argumento, y Benjamin Franklin (¡¡!!) Gates tendrá que ir por delante de su enemigo para evitar... no sé qué quiere evitar, porque llega un momento dado en que protagonista y antagonista (de quien sólo sabemos que es muy malísimo, en teoría) desean y buscan exactamente lo mismo, cosa de la que nadie en la película parece percatarse, no así en mi cerebro, que ante semejante absurdo empieza a dejarse llevar por la indiferencia.

Bueno, miento, «La búsqueda» no puede dejarme indiferente si cuenta entre su reparto con el encantador Sean Bean, hombre imponente en cuanto a macizo físico y, sin embargo, de gran elegancia. Evidentemente, su personaje (Ian Howe) es quien contaba con todas mis simpatías, ya que en inferioridad de condiciones, con menos ayuda y con menos pistas consigue desentrañar todos los misterios y acertijos. Además, a fin de cuentas, ¿qué mal hace a nadie?

Encima nos atormentan con una relación amorosa entre Ben y Abigail (Diane Kruger) que no hay quien se la crea y que no puede gustar a nadie. De hecho, desagrada, porque Gates, a parte de inteligencia y culturilla, no tiene ni una pizca de gracia, de seductor, de simpatía, de pasión, de atenciones para con ella; si hasta al principio la trata fatal, con desprecio y malos modos.

Cursi y ñoña hasta el extremo con tanta adoración a la Declaración de Independencia y un histriónico mejunje histórico. En fin, nada del otro mundo, así que no la busques.
Kaori
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