Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Drama Después de la muerte de sus padres, una niña llamada Marisol viaja a Madrid para ir a vivir con sus tíos. Su familia la recibe fríamente y la desprecian... hasta que descubren que la niña lleva consigo 25.000 pesetas de la venta de los muebles de sus padres. La única que es sincera con ella es la criada gallega Herminia, que la toma bajo su protección y, poco a poco, gracias a su amabilidad y simpatía, sus primos se ponen de su lado. (FILMAFFINITY) [+]
19 de octubre de 2012
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Heme aquí ante uno de los mitos cinematográfico y culturales españoles: la niña Marisol. Muy mona ella, muy rubia y de ojos azules, hecho en el que hacen constantemente hincapié como si eso, de por sí, fuese ya atributo suficiente para catalogarla de angelito y elevarla por encima del resto de la humanidad.

Que sí, que Marisol es muy buena, no hay quien lo dude y, principalmente, tiene muchísimo arte; canta y baila con un desparpajo que encandila. Sin embargo, soporta un lastre que en nada la beneficia: el melodrama. Por favor, qué primeros planos más tristones, qué lágrimas le salen de los ojos, que mirar al frente, en una teatralidad cursi. Si es que cada vez que habla suena la música, la cámara se detiene en ella, Marisol da un paso al frente, junta sus manecitas y declama su monólogo, normalmente lastimero, emotivo, lleno de humildad y buenos sentimientos. El mensaje está muy bien, pero abusan de las formas y termina sin hacer efecto esa continua búsqueda del sentimentalismo, por parecer forzado y antinatural. Y qué peloteo a la niña, desde el primer minuto, sin que haya hecho nada aún, ni prácticamente dicho nada. Graciosísimo.

En cambio, no he podido frenar las lágrimas con el niño huérfano, ese que lleva cuatro años «roando» por el mundo (y tiene siete), con una candidez que enternece y quien no recibe halagos ni agradecimientos de nadie. Él y las mil pesetas, ya sea con el padre que sale de la iglesia o con la idea del préstamo, me conmueve de verdad, sin trucos ni artificios, casi pasando desapercibido. Lo del profesor universitario también es bonito, pero no por Marisol, sino por la propia tragedia del huraño Don Leonardo.

La historia en sí, supeditada a los devaneos, propósito y sentimientos de Marisol, no puede decirse realmente que sea buena, sino más bien tirando a regular. Además, ese alegato a la violencia doméstica en el desenlace me pone los pelos de punta. Y se quedan todos tan panchos con el bastón del sereno. Tan panchos y tan contentos.

En definitiva, si la niña te cae bien, la película irá rodada, aún siendo consciente de lo rosita que es; si no, sus defectos saltarán mucho más a la vista y habrá poco a lo que agarrarse. Por lo menos, hay ciertos valores muy aprovechables y algunas canciones de lo más bonitas. Por ejemplo, esas jotas aragonesas y navarras son estupendas. Y eso del «Estando contigo, contigo...» ¿no es super pegadizo?
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow