Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Acción Una misteriosa banda de delincuentes se dedica a robar camiones en marcha desde vehículos deportivos. La policía decide infiltrar un hombre en el mundo de las carreras ilegales para descubrir posibles sospechosos. El joven y apuesto Brian entra en el mundo del tunning donde conoce a Dominic, rey indiscutible de este mundo y sospechoso número uno, pero todo se complicará cuando se enamore de su hermana. (FILMAFFINITY)
27 de octubre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espero no desvelar nada si digo que «A todo gas» es la copia mala de «Le llaman Bodhi». Vamos, es que son igualitas, excepto en una diferencia: una es buena, la otra es mala. ¿Adivináis cuál es cuál?

«A todo gas» cambia el surf por el tuning y las carreras de coches, mundo que si es realmente como lo retratan me parece de un mal gusto tremendo. Algo chabacano y cutre, donde ellas, de nuevo, son carnaza para los buitres que revolotean en el asfalto, y ellos se dividen entre flipaos, quiero-ser-guay-pero-no-lo-consigo y los verdaderos machos alfa, que son Van Diesel y Paul Walker, un chico muy guapo pero a quien le ponen unas camisetas horribles dos tallas más grandes y unas Converse chapuceras, con lo cual es imposible lucirse.

Lo cierto es que la película se deja ver, porque hay un policía que busca a los culpables y unos culpables que verdaderamente no se sabe quiénes son. Pero, claro, el fallo reside en plantear la historia como una autoafirmación de ese estilo de vida y ese concepto facilón y sin responsabilidades de la libertad. Porque de eso trata: de que Van Diesel sea el rey del mundo, el más chulo del barrio, el ídolo entre las nenas y entre los nenes, que sólo pueden aspirar en la vida a parecerse a él. Y eso que este tal Dominic realmente no representa ni propone nada profundo o ideológico, sino sólo correr y correr, y estar muy cachas. La simpleza es abrumadora.

Llega un momento dado en la película, lo admito, en que llegué a pensar esperanzada que la trama iba a dar un salto inesperado, que iba a desafiar los convencionalismos y el aire insulso para poner un poco de orden y decencia en la historia... pero qué va. La cosa acaba aún peor de lo que empieza, y el «soy libre» te suena a recochineo, teniendo en cuenta que esa libertad es realmente prestada y falsa. Amplio en spoiler.

En fin, una tontería directa para los nuevos jóvenes y para los muy amantes del motor. Para nadie más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow