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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Comedia. Romance Las alarmas de Koldo (Karra Elejalde) se encienden cuando se entera de que su hija Amaia (Clara Lago), tras romper con Rafa (Dani Rovira), se ha enamorado de un catalán (Berto Romero). Decide entonces poner rumbo a Sevilla para convencer a Rafa de que lo acompañe a Cataluña para rescatar a Amaia de los brazos del joven y de su ambiente. Secuela de "Ocho apellidos vascos". (FILMAFFINITY)

24 de junio de 2017
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
De hecho, los catalanes que intervienen en la película deberían haber dado algunas ideas sobre cómo son y cómo piensan. O a lo mejor el problema es ese: que no han querido tirar de estereotipo catalán, vaya que se sientan culpables, y de ahí que se haya perdido la oportunidad de una buena comedia española.

Claro, que el estereotipo vasco está muy claro, hasta tienen su propio peinado, pero ¿cuál sería el correspondiente catalán? Por ejemplo, no hay ni un culé en toda «Ocho apellidos catalanes», que esto puede ser secundario, pero nos da cierta idea de que estos catalanes viven en otra onda. El independentismo, sí, por supuesto, que está desaprovechado en la película; pero también el payés o la fama de tacaños y ahorradores, que no hay rastro de ello. Es difícil encontrar el punto, lo admito, pero ese look catalán que se han inventado, que no es otro que look hipster, no sé a qué viene. El personaje de Berto Romero es catalán porque habla catalán, pero no hay nada en él que lo identifique como tal. Rosa María Sardá encaja más en tanto es nacionalista catalana, y de hecho es la única que nos hace reír en un par de momentos puntuales.

Porque, vamos, reír, reír, no te ríes. «Ocho apellidos catalanes» parece más un drama romántico que una comedia. De verdad, con la cantidad de posibles argumentos que podían haber servido como secuela, nos plantan el peor de todos: Rafa y Amaia se han separado y ella se va a casar con un catalán. Bueno, ¿otra vez? Esta chica siempre está a punto de casarse, y además en un año desde lo que pasó en la anterior película. Forzadísimo todo: ella que se casa por casarse visto lo visto y el novio tres cuartos de lo mismo. Entonces, ¿por qué ese empeño en la boda? Ya son mayorcitos para saber identificar sus sentimientos y no hay nada que realmente empuje a Pau a casarse con Amaia.

En fin, al menos la presencia de Carmen Machi le da un aire graciosete a la peli, porque esta mujer es muy simpática, pero por lo demás, floja, floja.
Kaori
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