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España España · Barcelona
Voto de gery:
7
Cine negro. Thriller La historia de un hermético y frío asesino a sueldo. Jeff Costello es un perfeccionista que siempre planea cuidadosamente sus asesinatos y al que nunca han atrapado. Sin embargo una noche, tras liquidar al dueño de un club nocturno, queda a la vista de varios testigos. Sus esfuerzos por construir una coartada fallan y poco a poco es acorralado, tanto por la policía como los clientes que le han traicionado. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Don Dinero, uno de los dioses más poderosos, pudiera observar lo bien que utiliza la especie humana sus principales mensajes subliminales (avaricia y mezquindad) quedaría más que pasmado. En cualquier ciudad francesa de los años sesenta, podría haber visto que la corrupción y la deshonestidad abarrotaban cada una de las calles y, en parte, por culpa de los hombres vestidos con gabardina y sombrero y conductores de la marca Buick Limited Touring.
Don Dinero no pudo ver esos entrañables paisajes, pero sí lo hizo –o al menos su imaginación le concedió tal privilegio- Jean-Pierre Melville. Cineasta francés creador de la ‘nueva ola’ y claro exponente del cine negro, que a los pocos años de dirigir Le doulos (El confidente) y Le deuxième soufflé (Hasta el último aliento), se basó en la novela de Joan McLeod para crear una película de gángsteres en mayúsculas.

La trama nos cuenta como Jef Costello (Alain Delon) –un matón a sueldo- sufrirá serios problemas a causa de un error a la hora de llevar a cabo uno de sus encargos.

A priori, un argumento sencillo y no demasiado enrevesado. Empezando con un ritmo lento y tranquilo en el que se muestra el desarrollo de cada uno de los personajes. Sin embargo, a causa de los malignos hechos de las personas que forman parte del núcleo de “amistades” del protagonista, la calma terminará transformándose en un ciclón de suspense. A partir de entonces, la trama empezará a rebuscarse y a hacerse más misteriosa e intrigante; en parte, gracias a los subtemas que se crearán durante el nudo del film.

Además del buen transcurso de escenas, otro de los puntos fuertes de la película es el hecho de poseer una ambientación extraordinaria. Unos exteriores que transmitirán el supuesto horror que debía de sentir la mujer de cualquiera de esos hombres con gabardina y sombrero a la hora de pisar la calle para ir a comprar el pan. Y unos interiores clásicos del estilo mafioso –cabaret y timbas ilegales siempre rodeadas por una intensa nube de humo-.
Los correctos decorados fueron invadidos por un reparto de actores consistente. Las apariencias físicas de Alain Delon –y obviamente su estilo interpretativo- plasmaron al detalle al tipo de hombre que se buscaba. Le tocó dar vida a Jef Costello, un joven criminal con cara de buen niño. Y acompañado estuvo por su bella novia Nathalie Delon, con un papel antagonista que sirvió de gancho para que se iniciara un triángulo de opiniones con unos subtemas relacionados. Los dos lograron unas correctas interpretaciones; a destacar la desfachatez con la que ambos se mostraron ante unos primeros planos que hacían resaltar los sentimientos más ocultos de un hombre al que no le importaba acabar con una vida humana, y una mujer que dejaría clara su opinión sobre si el amor y la mentira podían ser compatibles.
gery
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