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Voto de Marty Maher:
2
Comedia. Romance. Drama Una pareja trata de concebir un bebé pese a algunos inconvenientes: él tiene un esperma pobre, vago y anormal, y ella se encuentra en etapa premenopáusica a pesar de tener sólo 37 años. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2016
31 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine español está cambiando, dicen algunos. No puedo estar más en desacuerdo con esa opinión que tan regularmente podemos leer en críticas o artículos sobre películas nacionales, pues no pienso que el cine español esté cambiando, pero tampoco creo que lo necesite. Siempre ha habido directores con talento, y estoy convencido que los seguirá habiendo. Todos los años, sean más fuertes o más flojos en cuanto a nivel de estrenos, llegan a nuestros cines (más bien se crean, pues lo de llegar a los cines tiene su complicación) estupendas películas. Puede que el problema no sea otro que la proliferación de comedias que producimos cada año, cuyo nivel medio es más bien pobre. Y, por si fuera poco, la gran mayoría de éstas repiten los mismos patrones; la originalidad como utopía.

Embarazados es el segundo largometraje de Juana Macías, que debutó en el panorama cinematográfico con Planes de mañana, un drama estupendamente confeccionado. La directora abandona el drama de historias cruzadas al más puro estilo Amores perros, para introducirse en el terreno de la comedia dramática. La premisa de Embarazados es de lo más simple: Una pareja está intentado tener un bebé pese a algunos inconvenientes: él tiene un esperma pobre, vago y anormal, y ella se encuentra en etapa premenopáusica a pesar de tener sólo 37 años. Nos encontramos pues ante el escenario ideal para realizar una exhibición desinhibida de falta de creatividad y amor por los estereotipos. No hay un solo personaje en la película que no esté estereotipado, ni una situación que sorprenda por novedosa o por bien ejecutada, y mucho menos algún gag que, dando por hecho su nula originalidad, sea capaz de sacar más que las risas de los menos exigentes. Los que se ríen por todo aquí también se reirán, eso está claro.

Pero no seamos excesivamente duros, pues la película también sus cosas positivas, o al menos mínimamente dignas de rescatar. El mayor de los problemas, además de que pienso que Juana Macías tiene algo de talento (que aquí no demuestra, ni mucho menos), es la brusquedad con que están introducidos los elementos dramáticos en la narración. Como comedia romántica tiene un pase, y se lo debe única y exclusivamente al buen hacer de su reparto. La química entre Paco León y Alexandra Jiménez, a pesar de que él patine un poco cuando le toca ponerse serio, es una grata sorpresa. Pero creo que la culpa no es suya, sino de esa brusquedad con la que son ejecutados los giros dramáticos. Los secundarios no mantienen el nivel de la pareja protagonista, aunque las pequeñas apariciones de Karra Elejalde aumentan considerablemente el nivel.

Embarazados no es una película dañina, ni mucho menos, pero el interés decae sustancialmente cuando se pone intensa y entra en un laberinto dramático del que no podría salir de peor manera. El regusto amargo que se introduce con intención de aportar realismo a la historia, se pierde en el preciso instante en que la película concluye de la forma más artificial y previsible que podíamos imaginar. Y el problema no es la previsibilidad del final (que también), sino lo que éste ejemplifica. ¿Cuál es el mensaje de la película? Lo siento, pero prefiero no saberlo. Al menos podemos disfrutar de las siempre agradables vistas de la ciudad de San Sebastián, algo que debemos agradecerle al director de fotografía, Guillermo Sempere, que se aleja de la corriente actual del filtro de Instagram.
Marty Maher
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