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España España · Tromaville
Voto de Erizio:
6
Serie de TV. Animación. Ciencia ficción. Acción. Fantástico Serie de TV (1995-1996). 1 temporada. 26 episodios. En el año 1999, en la Antártida, ocurrió un cataclismo llamado "El Segundo Impacto", como resultado de un incidente ocasionado por unos seres conocidos como "Ángeles". Gran parte de la Tierra quedó devastada por el fenómeno, y la mitad de la población sucumbió en la catástrofe, aunque ahora la humanidad gradualmente se va recuperando. Años después, en el 2015, los "Ángeles" regresan y ... [+]
25 de diciembre de 2007
83 de 129 usuarios han encontrado esta crítica útil
Celebérrima esta serie es, desde luego. Fue una de las pioneras en España, por lo menos, en lo que se refiere al anime para adultos. Vamos, sin chistes ni ligereza argumental, precisamente, y con sangre por un tubo, vísceras y erotismo. Y es raro, porque es una serie de mechas (que aparte de ser lo que se hacen pijas, pijos, frikis y emos en el pelo, es como llaman en Japón a los robots gigantes), que con estandartes como "Mazinger Z" o los "Transformers", no han sido nunca algo muy para mayores.

Pero aquí lo consiguieron, por lo menos en parte. La serie arrancaba genial, sin abandonar sus raíces de serie con hostias y tiros, pero llevándolas a un nivel superior. La trama parecía simple aunque siempre estaba dispuesta a presentarse repleta de cabos sueltos. Los personajes se desarrollaban muy bien, sin caer demasiado en los tópicos, o haciéndolo lo justo, como debe de ser (el introspectivo, la hiperactiva, la misteriosa...). Los diseños... bufff, qué decir de los diseños, tanto los trajes de los chavales (siendo las chiquillas objeto de pajas y pajas, por cierto), de los EVAs, los ángeles, las instalaciones... todo era increíblemente atractivo a la vista y al buen gusto. El ritmo no era muy rápido, pero no llegaba a aburrir, nos sumergía poco a poco en la enrevesada (cada vez más), historia... y de repente... acción, a tutiplén. E inteligente. Con tiros, bombardeos, golpazos, explosiones, destrucción de inmobiliario... pero con estrategias bien planteadas, no todo a lo loco, centrándose tanto en las vísceras (que haberlas, las había, y a mogollón), como en los tipos que estudiaban cómo iba el combate, cómo podían solucionar los problemas, etcétera.

Pero algo pasaba, y es que la serie avanzaba, los interrogantes crecían más y más, los guionistas se chutaban más y más, y aunque la serie seguía sin hacerse repetitiva (aunque el EVA-00 se seguía jodiendo cada 2 por 3), empezaba a ser cargante tanta filosofía subnormaloide e ininteligible... El prota era cada vez más odioso con sus preguntas mil veces repetidas y sin sentido ninguno, lo de los ángeles y los tíos esos que eran de Only Sound se iba a la estratosfera. Sobre la humanidad, las máquinas, los impactos y no sé qué polladas más hablaban poco y fatal, y uno no sabía bajo qué piedra meterse para huir de esos diálogos sin sentido... La droga la quiero yo, no quiero escuchar a drogaos sin estarlo yo el primero.

Y culminando, cuando la trama terminaba y sólo faltaba darle algo de coherencia a tamaña gilipollez, todo acababa con los dos capítulos más neuronalmente destructivos. Los ojos como platos, el cerebro en estado de latencia, descargas eléctricas recorriendo el cuerpo y dejando la materia gris licuada. Soberana anormalidad lynchiana (o peor), que sólo podía cabrear por haber destrozado una serie tan prometedora... Suerte, podríamos decir, que luego decidieron darle un final alternativo... ¿O no suerte? Por suerte, hay un pingüino por ahí que mola mucho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Erizio
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