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Voto de Malo:
7
5,6
42.889
Comedia. Drama. Thriller
En 1937, en plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, con el objetivo de reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos (Carlos Areces y Antonio de la Torre) luchan por el amor de una atractiva trapecista (Carolina Bang). (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre el amor y el odio. Violencia, 'Gore', locura... Una pesadilla con encanto. Un sueño entrañable, pero asqueroso. Una paranoya con destellos de genialidad.
Balada triste de trompeta (2010) es una historia de payasos y de guerra. Dos aspectos tan a primera vista contradictorios son entreligados con cuestionable éxito en la que, sin duda, se puede considerar la nueva versión de El día de la bestia. La actual no tiene nada que ver, en la trama, con su predecesora. Simplemente siguen una estructura muy similar en cuanto al desarrollo de dos historias que van acumulando excesos a medida que avanzan. Con un argumento que no es realmente importante y que sirve para dar rienda suelta a la imaginación visual del director y guionista de la película, Álex de la Iglesia, que es lo más espectacular de esta obra con diferencia.
En conlusión, una película que no comprendes del todo, que te desconcierta, que tiene detalles que crees que son innecesarios y que no compartes... pero que quieres acabar de ver. Te hace querer llegar hasta el final sin saber qué pasará. Y, mientras llegas, por momentos, disfrutas.
Balada triste de trompeta (2010) es una historia de payasos y de guerra. Dos aspectos tan a primera vista contradictorios son entreligados con cuestionable éxito en la que, sin duda, se puede considerar la nueva versión de El día de la bestia. La actual no tiene nada que ver, en la trama, con su predecesora. Simplemente siguen una estructura muy similar en cuanto al desarrollo de dos historias que van acumulando excesos a medida que avanzan. Con un argumento que no es realmente importante y que sirve para dar rienda suelta a la imaginación visual del director y guionista de la película, Álex de la Iglesia, que es lo más espectacular de esta obra con diferencia.
En conlusión, una película que no comprendes del todo, que te desconcierta, que tiene detalles que crees que son innecesarios y que no compartes... pero que quieres acabar de ver. Te hace querer llegar hasta el final sin saber qué pasará. Y, mientras llegas, por momentos, disfrutas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un filme que empieza con Santiago Segura disfrazado de "payaso tonto", participando en una batalla entre Republicanos y Franquistas con un machete y convirtiéndose en el soldado más peligroso del batallón del bando republicano ya indica que se avecina algo muy inusual. Pero promete. Repasemos. Santiago Segura vestido de payaso. Ya tiene de por sí un punto doblemente gracioso, el que implica Segura y el que implican los payasos. Si encima lleva un machete, ni qué decir... Pero que además se convierta en el típico soldado imposible de batir que va avanzando a golpes de sable entre las tropas franquistas hasta llegar a la cabeza visible del batallón rival, ya roza lo surrealista. ¡Es Santiago Segura, no Vigo Mortensen!
A partir de ahí comienza la verdadera película. La guerra queda en un segundo plano, simplemente para contextualizar la época en la que nos encontramos. Y a través de una historia de amor que se plasma en la lucha de dos hombres (el bonachón y feote, el violento y buen amante) por una hermosa mujer, la locura más descabellada empieza a apoderarse de los personajes de la película, y especialmente de su protagonista (el bonachón, el "payaso triste", interpretado por Carlos Areces).
Las decisiones más estúpidas, imprevisibles o, simple y llanamente, desconcertantes se entremezclan con escenas 'Gore' de gran calidad, y con detalles técnicos de genio (destacan la fotografía y un excepcional maquillaje), dando un aire "Noir" o semigótico a la ambientación que, realmente, está muy bien logrado. Entre otras virtudes cabe destacar como Álex de la Igledia utiliza la ficción para hacer cosas que le hubiese gustado poder llevar a cabo en su día, como pegar un mordisco al mismísimo Franco (en una cacería que recuerda a la emblemática Los santos inocentes), o toparse con miembros de ETA tras el asesinato de Carrero Blanco y preguntarles "¿Y vosotros de qué circo sois?". También son extremadamente acertadas las bandas sonoras. Clásicas. Míticas.
http://vmalo8.blogspot.com.es/search/label/GRANpantalla
A partir de ahí comienza la verdadera película. La guerra queda en un segundo plano, simplemente para contextualizar la época en la que nos encontramos. Y a través de una historia de amor que se plasma en la lucha de dos hombres (el bonachón y feote, el violento y buen amante) por una hermosa mujer, la locura más descabellada empieza a apoderarse de los personajes de la película, y especialmente de su protagonista (el bonachón, el "payaso triste", interpretado por Carlos Areces).
Las decisiones más estúpidas, imprevisibles o, simple y llanamente, desconcertantes se entremezclan con escenas 'Gore' de gran calidad, y con detalles técnicos de genio (destacan la fotografía y un excepcional maquillaje), dando un aire "Noir" o semigótico a la ambientación que, realmente, está muy bien logrado. Entre otras virtudes cabe destacar como Álex de la Igledia utiliza la ficción para hacer cosas que le hubiese gustado poder llevar a cabo en su día, como pegar un mordisco al mismísimo Franco (en una cacería que recuerda a la emblemática Los santos inocentes), o toparse con miembros de ETA tras el asesinato de Carrero Blanco y preguntarles "¿Y vosotros de qué circo sois?". También son extremadamente acertadas las bandas sonoras. Clásicas. Míticas.
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