Estoy acostumbrado a las comedias chorras de Will Ferrell, pero aún así, cuando leí que preparaba una comedia en dónde hacía de mexicano, y que sólo estaría hablada en español, no puede evitar llevarme las manos a la cabeza. Si sus últimas comedias ya eran el colmo de lo absurdo (y que conste que me encantan), en esta ha cruzado un límite, ya que nos encontramos ante la marcianada más divertida del año.

Ferrell hace del hijo de un ganadero mexicano que es un poco cortito, y que vive a la sombra se su hermano (Diego Luna), un tipo que está haciendo dinero a mansalva gracias al narcotráfico, cosa que si padre no sabe. La guerra de Luna con los federales y con un capo de la mafia (Gael García Bernal), le haré verse metido en medio de un mundo que no conocía, ya que tendrá que ser el héroe que saque a su familia de tal embolado. Por en medio se le cruzará en su camino la neumática novia de su hermano (Génesis Rodríguez, la hija de 'El Puma'.), una chica que cambiará su mundo por completo.

Este argumento parece más el de una telenovela rancia que el de una comedia pasada de vueltas, pero Ferrell ha sabido hacer una parodia muy divertida, con momentos de lo más freaks como todos en los que canta (¡!), y todos los del gato blanco que le habla. Verle hablar español con ese acento yanqui también es impagable.

En definitiva, una cinta de lo más absurda, pero muy divertida, que confirma a Will Ferrell como uno de los genios de la comedia americana (aunque esta vez mexicana). Sed conscientes de lo que vais a ver, ya que no será del agrado de todos.

Lo mejor: Will Ferrell y la locura que impregna al conjunto de la cinta.
Lo peor: Algunos gags que se alargan demasiado.

@Chackson5