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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
7
Drama Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin ... [+]
21 de diciembre de 2008
163 de 223 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo viejo es que un tipo que lleva tantos años sobre sus espaldas y es reticente a cualquier tipo de comunicación, rechazando con mal humor y carácter su familia o despreciando a la vecindad por no ser de su misma raza, entable amistad con una pequeña comunidad de immigrantes orientales tras salvar a uno de ellos de las pandillas locales. Y es que ese argumento ya lo conocíamos, lo hemos observado en múltiples ocasiones, y Eastwood lo sabe, así que juega un poco al juego del ratón y el gato con el espectador haciendo lo que mejor sabe, presentando a sus personajes con una sobriedad imponente, y desgranando la trama principal y el resto de subtramas con pericia y sin un orden en concreto, simplemente dejándolas vagar entre diálogos de lo más contundentes y situaciones humorísticas que funcionan como lo que son.

Lo nuevo es que, ante esa clase de tipo, se presente una cultura totalmente distinta, una cultura que para él lo único que significaba eran los vestigios de una guerra en la que luchó, y que no llega a comprender hasta que se ve introducido en ella logrando así que, como mínimo, el intercambio de intereses resulte bastante más rico de lo que podría haber sido, y haciendo que el espectador crea en ese intercambio, por el interés que podría suscitar para el protagonista entrar de lleno en una cultura bien distinta a la suya, que nunca se había preocupado en comprender, y que jamás había conocido de tan cerca.

Bajo todo ello, "Gran Torino" no escapa a clichés y estereotipos, puesto que como ya he comentado, lo viejo existe, y aunque el gran Clint sepa lidiar con el hecho de tener que exponer algo ya contado por tantos otros, lo hace a la perfección, con una destreza que muy pocos sabrían infundir en pantalla, y rodeado por un elenco actoral que en ningún momento desentona y cumple su cometido a la perfección.

Puede que, pese a todo ello, con un poco más de maduración en esa radicalización del personaje, el calado hubiese sido mayor, pero Eastwood consciente de las limitaciones del guión que maneja, deja ese aspecto a un lado, y se limita a sacar buen jugo de alguna que otra secuencia de lo más bien parida, todo para llegar a una conclusión tan bella que te dan ganas de plantarte ante este señor, y darle las gracias en persona.
Porque lo viejo y lo nuevo seguirá estando ahí, ofreciendo inéditas vertientes al cine actual, que tan pronto aparece desvirtuado como con una imagen mejorada, pero Eastwood siempre será Eastwood, y él es inconfundible realice un drama de mayor peso, o un trabajo de menor calado. Porque es único, e inimitable.
Grandine
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