Media votos
4,3
Votos
2.811
Críticas
2.811
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
5
6,4
26.234
Drama
Rocky Balboa, el boxeador de Philadelphia, disfruta de su efímera fama después de estar a punto de derrotar al campeón mundial de los pesos pesados Apollo Creed. Las ofertas publicitarias para el anuncio de productos no van bien debido a la limitada educación y falta de sofisticación del púgil. Por ello, y debido a la falta de dinero y al embarazo de su mujer Adrian, acepta la demanda de revancha del "casi derrotado" Creed. (FILMAFFINITY) [+]
9 de enero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo es oro. El perro es igual que su amo. El analfabeto. No leo/lego. Carne cruda. El carnicero. Más cuento que calleja. Valbuena. ¿Es eso?
Es una película que, tal vez, al contrario que la inmensa mayoría, gana en los detalles, en las pequeñas distancias y se pierde a campo abierto, en las ideas o marco general, en su inevitable y triste desembocadura tan previsible y tópica obvia facilona argumental colosal agónica triunfal, es mejor en las transiciones o estados de gracia nada que cuando se quiere poner rimbombante o seria que chirría y da hasta pena o, dicho de otro modo, lo preferimos humilde y perdedor, fracasado, hampón, picarón, patulea, proletariado y juguetón tontorrón que no estridente, millonario, grandilocuente, sermón, chillón, corredor, que no lea una puta mierda, por favor, lo que nos faltaba, otro posible en ciernes, a la que te descuides, escritor, me niego, no.
Como Torrente, hermanos de sangre, no disimulen ni se avergüencen, de leche, la mano dense, era muy superior en su zarrapastrosa cochambrosa versión al mogollón, desharrapado, miserable sórdido realismo costumbrista y, en cambio, odiamos/despreciamos, ni hablar, mejor no mentar la bicha, de cuando estaba delgado o no tan lleno, todos sus fuegos fatuos, las carreras, explosiones, aventuras, coches y otras putas mierdas parecidas, el silencio de un hombre, la primera noche de la quietud, ghost dog, sí.
Es mejor cuando recuerda sus orígenes italianos de hambre y mondadientes, de feliz mequetrefe, del silencio la ley del hampa, que cuando pretende ser yanqui, un trepa, un arribista, un descastado, un judas, y espectáculo, lo de siempre.
Dios, amor (es decir, casamiento para toda la vida, ¿cochina envidia o la zorra y las uvas?) y hostias como panes (las que recibes, diluvio divino, el elegido, masoquismo).
Versus ¿ateísmo? (Dios no está ni se le espera, no se le reza, qué pena, pobres negros, tiempo de silencio), amor, suponemos (aunque no tienen apenas trato ni cariño o momentos de afecto, ni se tocan, o si pasa, no nos lo muestran por lo menos, ¿el dios que mira y todo lo ve les tiene manía, es selectivo, nos quiere predisponer, es un tahúr, un sinvergüenza, se hace trampas al solitario sin necesidad ninguna, por puro aburrimiento?) y hostias como panes (mayormente las reparte o comparte, es solidario y empático, nada tóxico y muy resiliente y generoso, no se las queda, las regala a toda hora, las pone en valor, sadismo).
Cazador negro, corazón tan blanco.
La primera parte es estupenda, no tanto el otro rato hospitalario, gallináceo (las que entran por las que salen, acabáramos), descendiente, coma, hereditario, me muero sin venir a cuento, salsa, tomate, chungo chusco preparatorio (todo lo relacionado con las presiones para que vuelva a pelear y con el embarazo parto a la carrera y su falta de ganas de entrenar es muy burdo, lo contrario a lo anterior inteligente, bien escrito y rodado y urdido y hasta interpretado, divertido).
La idea buena general (copyright, patentada, derechos de -sociedad general de- autores) sería tal que así, la siguiente, que tomen notas o apuntes las autoridades pertinentes, los mejores cerebros de nuestra generación, que los machos se agarren, vamos que nos vamos, que se anuncie la pelea ultradefinitiva y última por el campeonato del mundo y de todos los universos conocidos y por conocer al principio de todo, desde ya, desde el minuto uno, en el primer fotograma que ya esté todo el pescado vendido a todo este jodido respecto, para abrir boca, como aperitivo señero, rico comistrajo (o mejor desde antes siquiera de la película empezar, en el tráiler o los carteles publicitarios para ahorrar tiempo y quitarnos de en medio de un plumazo mierdas idiotas que solo molestan y dan ajena vergüenza, oprobio, bodrio, bochorno) y que esta pelea se posponga, eternamente, de los tártaros el desierto lleno, por vaya usted a saber que raros extraños motivos o razones de toda condición e índole (gastroenteritis, ataques inopinados de avispas, diluvios, plagas bíblicas y también de las otras mas científicas si cabe póntela, pónsela, la jodida mascarilla, de langosta igual, onomatopeyas, cantos gregorianos, saetas, sectas, guerras, exposiciones universales, tornados, huracanes, tormentas, olimpiadas a última hora, tortitas de pan, tratados de paz, mazapanes, mofetas, mapaches, apaches, invasiones de clones, erecciones generales, mandriles, cofres y odres, cumbres mundiales contra el clima y lo que surja, de mosquito anófeles picaduras, bachatas etcétera, champú y chimpún) y en el mientras tanto, que llega, que no llega, qué pasará, qué misterio habrá, esta puede ser mi gran noche, whatever wil be, will be, le vemos a él trabajando en los más diversos ámbitos entre los que se mueve tan dignamente la clase proletaria como dios manda (abandona para siempre el lumpen al que pertenecía durante la primera obra y abraza el bien, le belleza y la verdad, se hace libre, se autodetermina, se mesa los cabellos), como deshollinador, recogedor de berzas, sexador de pollos y pollas, limpiando baños o letrinas, casas y escaleras, bodas y bautizos, comuniones y pocilgas, de todo un poco, pasa la mopa, echa lejía, recoge basura, asfalta carreteras en dos direcciones, sube andamios, en una fábrica de electrodomésticos y de chocolate pena, cambiando bombillas, haciendo punto, tricotando, cruz y raya, domino dancing, equlibrismo, pértiga, puto, en el ejército, pasado por las armas, todas, vendiendo peras y seguros, traficante de armas y órganos, ladrón de alcoba, de conejos blancos etcétera, champú y chimpún), con lo que al final de su periplo o recorrido, de la travesía por el valle de lágrimas que es la vida,
Es una película que, tal vez, al contrario que la inmensa mayoría, gana en los detalles, en las pequeñas distancias y se pierde a campo abierto, en las ideas o marco general, en su inevitable y triste desembocadura tan previsible y tópica obvia facilona argumental colosal agónica triunfal, es mejor en las transiciones o estados de gracia nada que cuando se quiere poner rimbombante o seria que chirría y da hasta pena o, dicho de otro modo, lo preferimos humilde y perdedor, fracasado, hampón, picarón, patulea, proletariado y juguetón tontorrón que no estridente, millonario, grandilocuente, sermón, chillón, corredor, que no lea una puta mierda, por favor, lo que nos faltaba, otro posible en ciernes, a la que te descuides, escritor, me niego, no.
Como Torrente, hermanos de sangre, no disimulen ni se avergüencen, de leche, la mano dense, era muy superior en su zarrapastrosa cochambrosa versión al mogollón, desharrapado, miserable sórdido realismo costumbrista y, en cambio, odiamos/despreciamos, ni hablar, mejor no mentar la bicha, de cuando estaba delgado o no tan lleno, todos sus fuegos fatuos, las carreras, explosiones, aventuras, coches y otras putas mierdas parecidas, el silencio de un hombre, la primera noche de la quietud, ghost dog, sí.
Es mejor cuando recuerda sus orígenes italianos de hambre y mondadientes, de feliz mequetrefe, del silencio la ley del hampa, que cuando pretende ser yanqui, un trepa, un arribista, un descastado, un judas, y espectáculo, lo de siempre.
Dios, amor (es decir, casamiento para toda la vida, ¿cochina envidia o la zorra y las uvas?) y hostias como panes (las que recibes, diluvio divino, el elegido, masoquismo).
Versus ¿ateísmo? (Dios no está ni se le espera, no se le reza, qué pena, pobres negros, tiempo de silencio), amor, suponemos (aunque no tienen apenas trato ni cariño o momentos de afecto, ni se tocan, o si pasa, no nos lo muestran por lo menos, ¿el dios que mira y todo lo ve les tiene manía, es selectivo, nos quiere predisponer, es un tahúr, un sinvergüenza, se hace trampas al solitario sin necesidad ninguna, por puro aburrimiento?) y hostias como panes (mayormente las reparte o comparte, es solidario y empático, nada tóxico y muy resiliente y generoso, no se las queda, las regala a toda hora, las pone en valor, sadismo).
Cazador negro, corazón tan blanco.
La primera parte es estupenda, no tanto el otro rato hospitalario, gallináceo (las que entran por las que salen, acabáramos), descendiente, coma, hereditario, me muero sin venir a cuento, salsa, tomate, chungo chusco preparatorio (todo lo relacionado con las presiones para que vuelva a pelear y con el embarazo parto a la carrera y su falta de ganas de entrenar es muy burdo, lo contrario a lo anterior inteligente, bien escrito y rodado y urdido y hasta interpretado, divertido).
La idea buena general (copyright, patentada, derechos de -sociedad general de- autores) sería tal que así, la siguiente, que tomen notas o apuntes las autoridades pertinentes, los mejores cerebros de nuestra generación, que los machos se agarren, vamos que nos vamos, que se anuncie la pelea ultradefinitiva y última por el campeonato del mundo y de todos los universos conocidos y por conocer al principio de todo, desde ya, desde el minuto uno, en el primer fotograma que ya esté todo el pescado vendido a todo este jodido respecto, para abrir boca, como aperitivo señero, rico comistrajo (o mejor desde antes siquiera de la película empezar, en el tráiler o los carteles publicitarios para ahorrar tiempo y quitarnos de en medio de un plumazo mierdas idiotas que solo molestan y dan ajena vergüenza, oprobio, bodrio, bochorno) y que esta pelea se posponga, eternamente, de los tártaros el desierto lleno, por vaya usted a saber que raros extraños motivos o razones de toda condición e índole (gastroenteritis, ataques inopinados de avispas, diluvios, plagas bíblicas y también de las otras mas científicas si cabe póntela, pónsela, la jodida mascarilla, de langosta igual, onomatopeyas, cantos gregorianos, saetas, sectas, guerras, exposiciones universales, tornados, huracanes, tormentas, olimpiadas a última hora, tortitas de pan, tratados de paz, mazapanes, mofetas, mapaches, apaches, invasiones de clones, erecciones generales, mandriles, cofres y odres, cumbres mundiales contra el clima y lo que surja, de mosquito anófeles picaduras, bachatas etcétera, champú y chimpún) y en el mientras tanto, que llega, que no llega, qué pasará, qué misterio habrá, esta puede ser mi gran noche, whatever wil be, will be, le vemos a él trabajando en los más diversos ámbitos entre los que se mueve tan dignamente la clase proletaria como dios manda (abandona para siempre el lumpen al que pertenecía durante la primera obra y abraza el bien, le belleza y la verdad, se hace libre, se autodetermina, se mesa los cabellos), como deshollinador, recogedor de berzas, sexador de pollos y pollas, limpiando baños o letrinas, casas y escaleras, bodas y bautizos, comuniones y pocilgas, de todo un poco, pasa la mopa, echa lejía, recoge basura, asfalta carreteras en dos direcciones, sube andamios, en una fábrica de electrodomésticos y de chocolate pena, cambiando bombillas, haciendo punto, tricotando, cruz y raya, domino dancing, equlibrismo, pértiga, puto, en el ejército, pasado por las armas, todas, vendiendo peras y seguros, traficante de armas y órganos, ladrón de alcoba, de conejos blancos etcétera, champú y chimpún), con lo que al final de su periplo o recorrido, de la travesía por el valle de lágrimas que es la vida,
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
se hace el dueño de el, dichoso (tanto va a la fuente el cántaro, erre que erre, entre todos los hombres, bingo, orgulloso) sindicato (de todos los sindicatos habidos y por haber de hecho) y hace organiza en primera persona una huelga general por aprobada por absoluta unanimidad con la que para el país de arriba abajo y abajo y arriba, América, América, lo primero, dicho sea de paso, y atrae la atención sobre su eximia figura capacidad inmensa política social y humana, hay que ponerla en valor, insistimos, y toda la pobre gente, hasta los más reacios o ignorantes que no habían visto jamás un combate suyo, qué triste, se sienten inmediatamente identificados con su mensaje y ejemplo, aura, carisma, glamour, con su humildad y hondura, con su garbo y desempeño, honestidad, coraje, altura de miras (como le pasaba a Forrest Gump de otra más callada manera, otro héroe gringo que nos lo quitan de las manos) y le votan masivamente en las próximas (ya pasaron) elecciones presidenciales, motivo por el que nada más llegar al poder y tomar posesión del cargo, solemne hecho, decide acabar con el boxeo profesional de una vez por todas para siempre, ya era hora, demonios, y lo declara prohibido a todos los efectos so pena de privación de libertad si te enfrentas al imperio de la ley y los derechos humanos, y él, lógica tan casualmente, se convierte ipso facto, será ya para toda eternidad el campeón de los campeones, él último, el primero, el único, de todos los tiempos, los por venir, los pasados, los actuales y los ignotos con lo que no se podrán hacer más películas a este respecto, para qué, seña y santo, sagrado, sellado, clausurado (declaro el olímpico juego), paz y gloria, perfecto.
P.D.: Lo quiero compro todo a Rocky, ese hombre, pero hay una cosa que no que con el alma no puedo y con el corazón tampoco, monstruoso, y es que está muy bien querer amar tanto y más seguramente a la esposa y parienta, ella lo vale y merece, a dios pongo por testigo, pero una cosa es eso, vale, de acuerdo, y otra muy diferente, el culo y las témporas, que eso provoque obligue o implique que no veas a tu hijo querido recién nacido ni siquiera un segundo durante no sé ni los días o eras eones, eso no, eso duele, eso de ninguna manera, pero qué mierdas es eso, a quién cojones se le ocurre, quién lo haría, qué tipo de ser humando degradado hasta el tuétano, corrompido hasta la médula, depravado al máximo (ya que él, la cual sería la única posible excusa válida en ese malhadado contexto para su aberrrante abyecto comportamiento, todavía no había visto a su critauriata, no la había echado el ojo curioso, no se había percatado del percal, no se había imaginado lo que le esperaba, que su retoño era nada menos que... Omen, La profecía, de Satanás me da más el engendro primero o más preferido predilecto, a ciencia cierta que no lo sabía, que aquello era, sangre de su sangre, el engendro del diablo, pelo y tentetieso, a más vello, más infierno) sería capaz de huir de su heredero tan indefenso y ya casi huérfano, a muerte, lo odio.
Por lo tanto, me retraigo o contradigo en perspectiva de género, tonto, en diferido, tan mal padre, el peor conocido, jamás puede ser una buena persona ni nada, es un mierdas, un asco, un puto monstruo del averno, he dicho.
Burguess Meredith es muy buen actor, ella no lo hace nada mal, llora la mar de bien, y Sylvester como hombre de orquesta también tiene su mucho mérito, pardiez, a bríos voto.
Dejad que los niños (todos menos él) se acerquen a mí.
P.D.: Lo quiero compro todo a Rocky, ese hombre, pero hay una cosa que no que con el alma no puedo y con el corazón tampoco, monstruoso, y es que está muy bien querer amar tanto y más seguramente a la esposa y parienta, ella lo vale y merece, a dios pongo por testigo, pero una cosa es eso, vale, de acuerdo, y otra muy diferente, el culo y las témporas, que eso provoque obligue o implique que no veas a tu hijo querido recién nacido ni siquiera un segundo durante no sé ni los días o eras eones, eso no, eso duele, eso de ninguna manera, pero qué mierdas es eso, a quién cojones se le ocurre, quién lo haría, qué tipo de ser humando degradado hasta el tuétano, corrompido hasta la médula, depravado al máximo (ya que él, la cual sería la única posible excusa válida en ese malhadado contexto para su aberrrante abyecto comportamiento, todavía no había visto a su critauriata, no la había echado el ojo curioso, no se había percatado del percal, no se había imaginado lo que le esperaba, que su retoño era nada menos que... Omen, La profecía, de Satanás me da más el engendro primero o más preferido predilecto, a ciencia cierta que no lo sabía, que aquello era, sangre de su sangre, el engendro del diablo, pelo y tentetieso, a más vello, más infierno) sería capaz de huir de su heredero tan indefenso y ya casi huérfano, a muerte, lo odio.
Por lo tanto, me retraigo o contradigo en perspectiva de género, tonto, en diferido, tan mal padre, el peor conocido, jamás puede ser una buena persona ni nada, es un mierdas, un asco, un puto monstruo del averno, he dicho.
Burguess Meredith es muy buen actor, ella no lo hace nada mal, llora la mar de bien, y Sylvester como hombre de orquesta también tiene su mucho mérito, pardiez, a bríos voto.
Dejad que los niños (todos menos él) se acerquen a mí.