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Voto de Ferdydurke:
5
7,2
59.734
Thriller. Drama
Biopic sobre el matemático británico Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados. Lejos de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como divertimento puro está muy bien, se pasa el rato entretenido y alerta, jugosa y gozosamente, pese a algún altibajo y tontería inevitables. Otra cosa es si te pones exigente o pejiguero, si le miras el diente y le buscas las vueltas, si te vuelves tocapelotas o aguafiestas. Si cometes ese (grave) error ya no pinta tan bien, el enfermo no tiene tan buena cara; comienzas a ver tópicos, concesiones y demasiados "momentazos" dramáticos; un tono facilón y convencional que te atonta y te lleva de la mano, pero que es muy inofensivo y blandengue, y que te hace una oferta que no puedes rechazar: te doy dos horas de evasión, sueño (no somnolencia) y "elevación" del espíritu a cambio de la suspensión del juicio. Vale, acepto, es lo correcto.
Vayamos al tema. Hay una frasecita de marras que se repite inexorablemente, la oí en el tráiler, la dice Christopher, la repite Alan y remata la faena Joan. Esta sentencia, enseñanza o moraleja dice " A veces la persona a la que nadie imagina capaz de nada es la que hace cosas que nadie imagina", molona idea pero que suena demasiado, a conocido y familiar, a filosofía de saldo, de consumo rápido y que, en el fondo, dice poco. Suena a popular e infantil (superhéroes de comic. Suelen ser hombres anodinos, adolescentes debiluchos y demás seres frágiles los que al final acaban salvando el mundo. Superman, Spiderman... ), a popular refranero ("el más tonto hace relojes", "y parecía tonto... "), a Religión ("Los últimos serán primeros". A los más pobres y desgraciados les espera el reino de los cielos.), a propaganda "democrática" (todos tenemos oportunidades y posibilidades aunque no lo parezca. El sueño americano nunca muere.), a los misterios del Arte y sus artistas (algunos de los más grandes fue el paso del tiempo el que les reconoció sus méritos), a...
El tema central es uno que ha dado mucho juego en el cine. El de los genios. Cuanto más raro más talentoso. A más dificultades, soledad, desgracias, injusticias y padecimientos, más posibilidades de ser el elegido. Una concepción que asocia la enfermedad y el sufrimiento con las cualidades extraordinarias. Como si tuvieran que pagar un precio por haber sido tan beneficiados en la lotería genética (o por ser tan queridos por los Dios/es).
Película bien hecha, con una historia fascinante y buenos actores. El tono es ligero, fácil, fluido... banal.
Vayamos al tema. Hay una frasecita de marras que se repite inexorablemente, la oí en el tráiler, la dice Christopher, la repite Alan y remata la faena Joan. Esta sentencia, enseñanza o moraleja dice " A veces la persona a la que nadie imagina capaz de nada es la que hace cosas que nadie imagina", molona idea pero que suena demasiado, a conocido y familiar, a filosofía de saldo, de consumo rápido y que, en el fondo, dice poco. Suena a popular e infantil (superhéroes de comic. Suelen ser hombres anodinos, adolescentes debiluchos y demás seres frágiles los que al final acaban salvando el mundo. Superman, Spiderman... ), a popular refranero ("el más tonto hace relojes", "y parecía tonto... "), a Religión ("Los últimos serán primeros". A los más pobres y desgraciados les espera el reino de los cielos.), a propaganda "democrática" (todos tenemos oportunidades y posibilidades aunque no lo parezca. El sueño americano nunca muere.), a los misterios del Arte y sus artistas (algunos de los más grandes fue el paso del tiempo el que les reconoció sus méritos), a...
El tema central es uno que ha dado mucho juego en el cine. El de los genios. Cuanto más raro más talentoso. A más dificultades, soledad, desgracias, injusticias y padecimientos, más posibilidades de ser el elegido. Una concepción que asocia la enfermedad y el sufrimiento con las cualidades extraordinarias. Como si tuvieran que pagar un precio por haber sido tan beneficiados en la lotería genética (o por ser tan queridos por los Dios/es).
Película bien hecha, con una historia fascinante y buenos actores. El tono es ligero, fácil, fluido... banal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo del hermano en el barco que van a destruir es un pelín exagerada la casualidad, demasiado forzada para provocar una escena muy evidente y subrayada.
Retrato superficial (con la denuncia de la persecución de los homosexuales como parte de su vía crucis) de un santo. Con esa puñetera manía de reducir sucesos de una complejidad infinita (la resolución de la guerra) a las geniales ocurrencias de un héroe, vienen a decir que él ganó la guerra, casi solito.
Retrato superficial (con la denuncia de la persecución de los homosexuales como parte de su vía crucis) de un santo. Con esa puñetera manía de reducir sucesos de una complejidad infinita (la resolución de la guerra) a las geniales ocurrencias de un héroe, vienen a decir que él ganó la guerra, casi solito.