Media votos
4,2
Votos
2.765
Críticas
2.763
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
2
5,2
5.256
Ciencia ficción. Thriller. Terror
Una compañía tecnológica crea una inteligencia artificial, sin ser conscientes de su verdadero potencial. Cuando las cosas comienzan a salirse de su control, deciden contratar a una especialista (Kate Mara) para determinar si acabar con la criatura o mantenerla encendida. (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2016
30 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asesora de gestión de riesgos es enviada a misión difícil en lugar apartado con el fin de evaluar si las capacidades cognitivo emocionales de la sujeto analizada han sido instauradas con el suficiente éxito como para que sus parámetros armamentísticos no se hayan adelantado tanto que haya que temer destrucción a paladas y dolor del más bueno.
Teniendo en cuenta estos antecedentes científicos, de alto standing y copete, pasaremos a criticar esta obra, igualmente, de la manera más aséptica, liofilizada y mecánica que nos sea posible. Casi como híbridos destinados, ciborgs metahumanos, programados, creados para destrozar todas aquellas películas que no superen un mínimo filtro de calidad, es decir, la muy inmensa mayoría. Para eso estamos, asesinos cibernéticos también, sin alma ni sentimientos, solo rigor implacable. Todo sea para allanar el abstruso y frondoso, selvático camino a nuestros queridos compatriotas y conciudadanos, sin despreciar ni olvidar por ello, obviamente, a los de allende los mares, igualmente interesantes y necesarios, faltaría más. Los cuales sabemos que nos lo agradecen, todos, nuestra labor por amor al arte, ya que recibimos constantemente abundantes remesas de jamón de bellota, sobrecogedores sobres con dinero, ramos de rosas rojas, peticiones de matrimonio y ofertas sexuales que no es momento, ni adecuado, los niños también nos leen con fruición antes de salir pitando para sus clases, detallar aquí.
Esta vez fue media hora lo que se aguantó en pie el invento. Había tensión, buen entretenimiento, un pasar. Un misterio sin resolver. Apreciable mezcla de lo científico imaginativo, aunque tópica, con algo de intriga. Pero llegó Giamatti y mandó parar, venga, todo al garete otra puta o santa vez*. Todo lo anterior no había sido más que un triste truco para acabar en de siempre lo mismo, en mamporros, tomate e idiotez. Un preámbulo lastimero, un entremés lamentable, un cero patatero. Antes de nada. De terminar siendo una insulsa memez, sin gracia ni ningún interés. La probable sorpresa final es puro relleno del más malo.
Teniendo en cuenta estos antecedentes científicos, de alto standing y copete, pasaremos a criticar esta obra, igualmente, de la manera más aséptica, liofilizada y mecánica que nos sea posible. Casi como híbridos destinados, ciborgs metahumanos, programados, creados para destrozar todas aquellas películas que no superen un mínimo filtro de calidad, es decir, la muy inmensa mayoría. Para eso estamos, asesinos cibernéticos también, sin alma ni sentimientos, solo rigor implacable. Todo sea para allanar el abstruso y frondoso, selvático camino a nuestros queridos compatriotas y conciudadanos, sin despreciar ni olvidar por ello, obviamente, a los de allende los mares, igualmente interesantes y necesarios, faltaría más. Los cuales sabemos que nos lo agradecen, todos, nuestra labor por amor al arte, ya que recibimos constantemente abundantes remesas de jamón de bellota, sobrecogedores sobres con dinero, ramos de rosas rojas, peticiones de matrimonio y ofertas sexuales que no es momento, ni adecuado, los niños también nos leen con fruición antes de salir pitando para sus clases, detallar aquí.
Esta vez fue media hora lo que se aguantó en pie el invento. Había tensión, buen entretenimiento, un pasar. Un misterio sin resolver. Apreciable mezcla de lo científico imaginativo, aunque tópica, con algo de intriga. Pero llegó Giamatti y mandó parar, venga, todo al garete otra puta o santa vez*. Todo lo anterior no había sido más que un triste truco para acabar en de siempre lo mismo, en mamporros, tomate e idiotez. Un preámbulo lastimero, un entremés lamentable, un cero patatero. Antes de nada. De terminar siendo una insulsa memez, sin gracia ni ningún interés. La probable sorpresa final es puro relleno del más malo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
* Vamos a ver. Psicólogo, o lo que demonios sea ese infausto fantoche, quiere demostrar que la pérfida ninfa es susceptible de volverse loca en un ir y venir de nada, a poco que le toques las entretelas, bien, a través del método hipotético-deductivo-pánico consistente en que utilice esa violencia salvaje pero soterrada en sus propias carnes ofrendadas, las del mismo psicólogo, indudablemente, con un par. Martirio y tentetieso. Yo, el Paul, tenía razón, la apuesta gané, me comió vivo, me jodió la yugular, me mató a lo bruto, a pelo, a cuello, a capela, pues así demuestro que es mu peligrosa. Nobel de medicina póstumo a la más veraz investigación científica. Ni al que asó la manteca. Pero cómo nos vamos a creer algo después de sucedido tan grotesco. Pero quién escribe esos guiones de mierda. De dónde sacan a toda esa pobre gente, a esos supuestos escribanos de la agonía y el deleite. Por qué no nos contratan a nosotros, la infinita, mayestática o famélica legión de reseñistas de este web, muchedumbre abigarrada de cerebros preclaros, altura de miras y almas cultas que estamos dispuestos a ayudar en todo aquello que haga falta a la inveterada industria del cine por apenas nada, por un gracias o un te quiero, por una flor.
Segundo vamos a ver. Los que viven allí, esa banda de lerdos, ven, observan, comprueban a cada rato que la niña mala se ha puesto algo exorcista y le gusta mucho lo del matarile, igual le da descomponer ojos a golpe de bolígrafo que devorar cogotes o dar inopinados codazos, patadas y otros huesos, ahí estamos que nos vamos. Pues nada, te doy mi pistola, me ofrezco voluntario para el cementerio, te regalo mi vida entera si tú me lo pides, bolero, vida mía, solo tienes que decírmelo, apuntar bien, que yo ya me muero solo si eso. Lo del negro de gafas, lo del gordo, su novia, el pequeñajo, la madre, que los parió, a todos. Pero esto era una broma o qué cojones fue.
Y luego ya ese recorrido en plan samurái-terminator-infanta dando leches y partiendo panas y almas y crismas es de un penoso que da grima.
Y el final, la extinción de la replicanta tras reflexión pistonuda en aguas tranquilas sobre el ser y la nada, también. Tanta guerra que dio la cría para morir tan mansa, como vaca. Qué mal. Ni una resurrección por compasión nos dejan.
Y que nos quieran sorprender con Kate Mara (muy bien y muy guapa) como androide de primera generación que ha eliminado a la competencia más precoz/atroz...
En fin, tecnológica, tremendamente mala. Por mucho que nos podamos pasar la vida entera hablando de que si Alien, Inteligencia Artificial, La cosa, Blade Runner, Eva, Ex Machina..., nada cambiará nuestra sentencia implacable sobre este pastiche tan pobre y trampero. Todo por la verdadera democracia.
Segundo vamos a ver. Los que viven allí, esa banda de lerdos, ven, observan, comprueban a cada rato que la niña mala se ha puesto algo exorcista y le gusta mucho lo del matarile, igual le da descomponer ojos a golpe de bolígrafo que devorar cogotes o dar inopinados codazos, patadas y otros huesos, ahí estamos que nos vamos. Pues nada, te doy mi pistola, me ofrezco voluntario para el cementerio, te regalo mi vida entera si tú me lo pides, bolero, vida mía, solo tienes que decírmelo, apuntar bien, que yo ya me muero solo si eso. Lo del negro de gafas, lo del gordo, su novia, el pequeñajo, la madre, que los parió, a todos. Pero esto era una broma o qué cojones fue.
Y luego ya ese recorrido en plan samurái-terminator-infanta dando leches y partiendo panas y almas y crismas es de un penoso que da grima.
Y el final, la extinción de la replicanta tras reflexión pistonuda en aguas tranquilas sobre el ser y la nada, también. Tanta guerra que dio la cría para morir tan mansa, como vaca. Qué mal. Ni una resurrección por compasión nos dejan.
Y que nos quieran sorprender con Kate Mara (muy bien y muy guapa) como androide de primera generación que ha eliminado a la competencia más precoz/atroz...
En fin, tecnológica, tremendamente mala. Por mucho que nos podamos pasar la vida entera hablando de que si Alien, Inteligencia Artificial, La cosa, Blade Runner, Eva, Ex Machina..., nada cambiará nuestra sentencia implacable sobre este pastiche tan pobre y trampero. Todo por la verdadera democracia.