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Voto de Ferdydurke:
2
6,0
7.864
Drama
Steve Butler (Matt Damon), un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con una compañera de trabajo (Frances McDormand) para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su ... [+]
20 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran dinero de la ciudad contrata a trepa sin escrúpulos para que time a unos ridículos paletos de tierra adentro.
¿Qué pasará? ¿Nuestro antihéroe arribista, el Pijoaparte de la llanura, el Julien Sorel del medio oeste americano recuperará la conciencia perdida por el camino, recordará su granero, al abuelo y se reirá del dios dinero?
Ay, qué duda, se me comen los nervios y no sé cómo voy a poder acabar esta crítica con tanta tensión que llevo a cuestas; estoy somatizando, me están saliendo ronchones, se me ha cerrado el estómago, tengo espasmos musculares y estreñimiento.
El mal y el bien peleando por el alma escindida, adolorida del gran Matt Damon (hijo putativo del otrora gran Tom Hanks, tan bonachón, guapetón y hombre medio americano como aquel, aunque quizás más vitaminado y ultramineralizado). Y acompaña a este Quijote del descampado, la Sancha panza Dulcinea del Toboso Aldonza Lorenzo Frances Mc Dormand (otra vez arisca, despectiva, escéptica y vitriólica; parca, soterrada y bien mal humorada). Repiten arquetipo interpretativo (¿ qué pasa con los actores, llevan su ser al personaje o es al revés, qué es primero, el huevo de la persona o la interpretación de la gallina?).
Y para amenizar tanto suspense insoportable nos regalarán un truco de magia increíblemente sorprendente de doble juego de espías de la guerra fría que ni el gran Tamariz de los Tamarindo de toda la vida.
Y por medio se nos cruzará una buena mujer que será el termómetro moral, que probará el sabor del mal (la muy promiscua y hasta diría que tal vez copuladora mujer) antes de ofrendar todo su ser al perfecto bien.
Paisaje, paisanaje, vacas, cencerros, el Bruce Springsteen hermoso, muchos alcojoles y enseñanzas morales.
Se juntaron el Gus Van Sant, el Damon, el Krasinski y el Eggers y entre tanto genio y en plena tormenta de ideas alumbraron esta obra que supone una cala en el arte contemporáneo de trasmano.
¿Qué pasará? ¿Nuestro antihéroe arribista, el Pijoaparte de la llanura, el Julien Sorel del medio oeste americano recuperará la conciencia perdida por el camino, recordará su granero, al abuelo y se reirá del dios dinero?
Ay, qué duda, se me comen los nervios y no sé cómo voy a poder acabar esta crítica con tanta tensión que llevo a cuestas; estoy somatizando, me están saliendo ronchones, se me ha cerrado el estómago, tengo espasmos musculares y estreñimiento.
El mal y el bien peleando por el alma escindida, adolorida del gran Matt Damon (hijo putativo del otrora gran Tom Hanks, tan bonachón, guapetón y hombre medio americano como aquel, aunque quizás más vitaminado y ultramineralizado). Y acompaña a este Quijote del descampado, la Sancha panza Dulcinea del Toboso Aldonza Lorenzo Frances Mc Dormand (otra vez arisca, despectiva, escéptica y vitriólica; parca, soterrada y bien mal humorada). Repiten arquetipo interpretativo (¿ qué pasa con los actores, llevan su ser al personaje o es al revés, qué es primero, el huevo de la persona o la interpretación de la gallina?).
Y para amenizar tanto suspense insoportable nos regalarán un truco de magia increíblemente sorprendente de doble juego de espías de la guerra fría que ni el gran Tamariz de los Tamarindo de toda la vida.
Y por medio se nos cruzará una buena mujer que será el termómetro moral, que probará el sabor del mal (la muy promiscua y hasta diría que tal vez copuladora mujer) antes de ofrendar todo su ser al perfecto bien.
Paisaje, paisanaje, vacas, cencerros, el Bruce Springsteen hermoso, muchos alcojoles y enseñanzas morales.
Se juntaron el Gus Van Sant, el Damon, el Krasinski y el Eggers y entre tanto genio y en plena tormenta de ideas alumbraron esta obra que supone una cala en el arte contemporáneo de trasmano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- Viendo esta película, me acordé del gran Burl Ives hablando de mendacidad en "La gata sobre el tejado de zinc".
- La casa de la maestra es como la Tara de "Lo que el viento se llevó", como el Bernabéu y el Maracaná juntos, tiene el PIB de Mongolia esa casa, ahí debe haber gas, petróleo, cadáveres y hasta algún antílope enterrado. En esa casa debió nacer Abraham Lincoln.
- La casa de la maestra es como la Tara de "Lo que el viento se llevó", como el Bernabéu y el Maracaná juntos, tiene el PIB de Mongolia esa casa, ahí debe haber gas, petróleo, cadáveres y hasta algún antílope enterrado. En esa casa debió nacer Abraham Lincoln.