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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
5
Aventuras. Drama. Bélico Afganistán. Una pequeña unidad de soldados ingleses instalada en una colina con vistas a la presa Kajaki. Una patrulla de tres hombres se dispone a deshabilitar un control de carretera talibanes. Al caminar por el lecho seco del rio Kajaki uno de ellos pisa una mina anti-persona. Sus compañeros acuden rápidamente en su ayuda para posteriormente darse cuenta de que están atrapados en una zona altamente repleta de estas mortales minas. ... [+]
24 de octubre de 2016
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me esperaba algo peor, por ignota y poco apreciada. Y cuando estaba en lo mejor, a eso de la mitad, se perdió, alargó y estancó; acabó y me decepcionó. Un carrusel, una montaña rusa: de la nada al cielo y al agujero otra vez, y bueno, no está mal del todo finalmente.
De entre las muchas manifestaciones de la desgracia humana, la mina es una de las más crueles, arteras y retorcidas que existen, agazapada bajo la tierra, esperando su oportunidad, destripando, mutilando y carcomiendo de forma cobarde, técnica y tétrica; como si hubiera colonizado el cuerpo drogado, hasta arriba de crack, de un cirujano lleno de bisturís y malas ideas, azotado por el rencor y la insidia, con el alma invadida por la mezquindad y la pericia carnicera. Un ente metálico, sibilino y despiadado que prefiere cercenar y desmembrar antes que matar, es más cruel, que se toma su tiempo y no conoce la prisa, que nos sabe débiles y asustados y abusa. Casi abstracto en su poder preciso y abrumador, ominoso, en su inadvertida presencia mortuoria, enfermiza. Es locura y claridad. Sabiduría mala.
Pues esta película es un canto, de dolor y pena, a esas minas y a su quirúrgica y mayor capacidad de destrucción, cuando se expanden y se convierten en campo, reproducidas, mimetizadas y aterradoras, familia numerosa y asesina, manada hambrienta de lobos feroces, pirañas sádicas, alacranes, llamaradas, mutación y muerte.
Pero seamos más rigurosos, precisemos. Esta no es una película de guerra ni de aventuras militares. Luz de gas. Craso error. Es de terror, puro espanto psicológico, sin ambages. Y ese es su mayor mérito. El comienzo tenso, a la espera del susto, del monstruo, del martirio; el desarrollo infernal, como un aquelarre sacrificial o una orgía funeraria; y el cierre convencional, tímido, obvio, rendido.
Gran fotografía, deslumbrante y árido paisaje, lunar, apocalíptico, y mucho oficio para un resultado apreciable que peca también de cierta mansedumbre llorosa y tópica, previsible en su final discurrir, en su agonía mutilada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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