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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
3
Ciencia ficción. Thriller. Terror Tras años de experimentación, el brillante y arrogante científico Sebastian Caine (Kevin Bacon) ha descubierto la fórmula para hacer invisible la materia. Obsesionado con su proyecto, obliga a sus colaboradores a que lo utilicen como cobaya humana. La prueba constituye un éxito, pero el proceso resulta irreversible. Condenado a una vida sin cuerpo, Caine empieza a mostrar una conducta muy extraña. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre lo he pensado, los maniquíes son seres siniestros que detrás de esa fachada inerte y bonachona esconden perversidad e hipocresía para regalar. Solo hay que fijarse un poco, pillarles en un renuncio, desprevenidos, mirar cuando no se lo esperen. Entonces descubres la terrible verdad: están ahí, vivos, a mala idea, para dañarnos cuando nos confiamos; nos envidian, odian nuestra libertad y dulzura. Habría que quemarlos (como sugiere la peli) a todos, sin compasión, organizar una grandiosa pira funeraria, una catarsis colectiva.
Bueno, esto va de un científico sonado, para variar, que, en lo que tarda una lágrima en brotar, descubre la invisibilidad. Listo que es uno. El tío que lo vale. Pero ya sabemos que Dios no reparte con justicia ni criterio, y le da inteligencia al que no tiene moral; bromista y esquinado que le dicen; pasarratos creo yo. Sigo, y claro, como es más malo que la quina, pues se dedica a sembrar el caos, a crear el reino del terror. El ansia viva, la voluntad de poder; en verdad sobre todo de sexo, está mu salido y quiere hincharse a follar. Pero seríamos injustos si no viésemos que, como todos los hombres grandes, tiene un amor no correspondido que es su motor y esperanza, su Rosebud, su talón de Aquiles; asunto que ya explicó brillantemente Fincher en la aclamada "La red social", esas cosas que mueven el mundo, el sustrato profundo y esencial. Y es la pérfida Elisabeth (rotunda rubia) la dueña de su corazón, la bella, la traidora... (igualita a la Marieta de Krahe), la gran culpable, que si le hubiese hecho más caso al pobre y le hubiera arropado en las frías noches de invierno, nada de todo esto hubiera ocurrido, tanto tonto dolor nos hubiésemos ahorrado. Pero la muy casquivana y relajada se dedica a ponerle los cuernos, sí (aunque lo intente vender con miserias psicológicas, con tópicos ausentes), con su compañero de trabajo, su odiado rival, su horrible némesis. Si es que...; pero claro, todo tiene un límite y este buen hombre también.
Lo dicho, se le hinchan las pelotas y...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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