Tras más de una década anunciado su ambicioso proyecto de probar fortuna en el cine bélico, llegan estos bastardos de medio pelo de la mano del polémico Tarantino. Esto pueda parecer un cambio de registro bastante importante a simple vista, pero concluyentemente todas las características propias de su cine permanecen intactas. Diálogos mordaces y/o superfluos dilatando el metraje, estallidos súbitos de violencia exacerbada, momentos de copia/homenaje a cintas de culto de serie B ...

El film en sí mismo está muy bien, solo que el amigo Quentin ya comienza a parecer repetitivo en sus estructuras narrativas. Aquí el periplo se divide en cinco episodios interrelacionados, en que si nos fijamos, resulta básicamente : 1) largo diálogo tarantiniano que lleva a 2) climax hacia ... 3) explosión de violencia. Eso sí, todo orquestado magistralmente, mención aparte de que el uso del panorámico es excelente, con algunos de los planos y secuencias mejor conseguidos del autor de “Pulp Fiction”´; lástima que todo esto se vea lastrado por interminables conversaciones que más alla de ser curiosas no llevan a puerto alguno la acción, por lo que le sobran tres cuartos de hora tranquilamente. Obviando tal defecto esta es una película con una libertad y frescura -que nadie espere fidelidad histórica alguna- que son de agradecer en el panorama actual.

A pesar del título, los bastardos no son más protagonistas que otros personajes como Daniel Brühll, Diane Kruger, Mélanie Laurent o el a todas luces robaplanos de la función Christoph Waltz, excepcional en su labor de cazajudíos carismático. Esto se traduce en que personajes que prometen mucho en su presentación luego no sean desarrollados tanto como desearíamos, sobretodo en el caso de agentes como los interpretado spor Til Schwiger, Eli Roth y Brad Pitt.

En definitiva, quizás el peor enemigo de la cinta sean las propias expectativas que uno tenga, si espera una nueva obra maestra del irregular director; aún así esta divertida cinta lo redime con nota del anterior fiasco que supuso la infame "Death Proof".