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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
8
Documental Documental sobre Anvil, la banda más popular del heavy metal canadiense. Entre 2005 y 2006 Gervasi filmó algunos shows de la banda y también entrevistó a algunos amigos de Anvil. Cuando consideró que ya tenía suficiente material, estrenó el documental. Se estrenó en el festival Sundance y obtuvo una excelente acogida por parte de la crítica. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2010
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un lugar de Cataluña cuyo nombre no quiero acordarme, ha mucho tiempo, entre los 14 y 18 años, fui lancero baterista de una infame banda de metal que claramente no iba a ninguna parte. Dimos un par de conciertos ante unos pocos cientos de estudiantes y lo único que pervive es alguna maquetilla de baja estofa y el recuerdo del aplauso del público en la memoria; uno de los momentos más emocionantes de la juventud del que esto suscribe. Pero me cansé y me rendí, consciente de que con aquello no iba a triunfar en la vida ¿Qué hubiese sucedido si me emperrase como los miembros de Anvil en luchar por ese sueño de conquistar los escenarios del rock?

Pues probablemente la ostia seria monumental y el camino arduo y desesperante, como para ellos. Tras subyugar a las masas con temazos como “Metal on Metal” y compartir cartel con estrellas como Bon Jovi, Whitesnake o Scorpions a mediados de los ochenta, la banda Anvil cayó en el underground del metal canadiense. Discos de producción cavernícola, giras en período vacacional por cuatro duros si es que les llegan a pagar, trabajos de partirse el lomo para mantener a sus familias... Pero siguiendo siempre pugnando por seguir adelante con una mezcla de impepinable valentía e inabarcable ingenuidad, que les ha mantenido unidos tocando desde los 14 hasta los 50 años (y contando...).

Y realmente es ese el corazón de este quijotesco documental, la relación de amistad entre el hidalgo “Lips” Kudlow (Guitarra y voz) y su fiel escudero Robb Reiner (Batería), que contra viento y marea siguen arremetiendo contra los molinos discográficos, en brega infructuosa por conseguir su hueco en el mundillo musical. Suerte gafada, managers de rebajas, malas gestiones, giras cutres, una escena en su país que no levantaba el vuelo... múltiples causas externas pueden explicar que nunca triunfaran como mereciera, porque si algo les sobra aparte de las ganas, es el talento.

Son unos pedazo de músicos como la copa de un pino, cuya virtuosidad instrumental y calidad compositiva no tiene nada que envidiar a tantas bandas encumbradas en el olimpo del metal, como las que les halagan en los primeros minutos de metraje: Lars Ulrich (Metallica), Lemmy Kilmister (Motörhead), Scott Ian (Anthrax), Slash (Guns and Roses) y compañía se deshacen en elogios hacia Anvil y su gran influencia musical. Una lástima visto el panorama, pero ellos no pretenden darnos pena. Aquí no hay victimismos ni idolatrías, sino la realidad pura y cruda de una banda irreductible pese a todo.

(Acaba en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RandolphCarter
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