Tampoco es que sea un título con mucha importancia ya que literalmente la temporada tiene tres capítulos. Es el capítulo de Black Mirror con menos esencia Black Mirror debido a que está basado en hechos presentes y no tiene elementos futuristas ni muy avanzados tecnológicamente. Es un thriller muy interesante de ver y ese final que no dice absolutamente nada sobre lo que pasa, es clave para el triunfo de dicho capítulo, bastante dramático. Es una buena crítica aunque muy distópica de como se vive en la actualidad con las redes sociales. Scott hace una interpretación fantástica y la historia está muy bien contada y organizada. Como diría José Mota "Ahora vas y lo tweeteas".