Me dispuse a ver esta película con muchos reparos. Ya se sabe: película española, sobre la guerra civil, sinónimo de aburrimiento y sectarismo. Pues no. Me divertí. Es una buena película, muy bien interpretada y dirigida. Lo único malo es la historia de los jóvenes, que no viene a cuento. Pero la interpretación de Cámara, y sobre todo, Verdú, impresionantes. Esa mujer atrapada en un destino que no ha buscado y que no desea, dentro de una historia muy creíble y muy bien contada.
El saber que los rojos son muy buenos y muy cultos, y los fachas muy malos y muy zotes, entra dentro de lo esperado. Espero que la transición llegue algún día al cine español. O quizás llegó ya (recuerdo "Soldados de Salamina").