Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Damarela:
6
Acción Gira en torno a la aparición de Stonebanks, el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney. Sus caminos se separaron cuando este se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle. Los Mercenarios se enfrentarán a este villano mientras se debaten entre las viejas y las nuevas tácticas de combate. (FILMAFFINITY)
26 de noviembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo aquel que haya visto cine de acción de los 80 y los 90 es espectador potencial de esta película. “Los Mercenarios 3” (“The Expendables 3“) es la típica película de acción, chascarrillos y testosterona que echamos de menos todos aquellos que crecimos con “Arma Letal“, “Jungla de Cristal“, “Terminator 2″, “Demolition Man”, “Comando” y un sin fin de películas que, si bien no tenían todas un gran guión, sí conseguían que echásemos la lagrimilla cuando nuestro héroe mataba con una pistola de 6 balas a 15 enemigos, y hacía explotar un edificio mientras huía en una Harley.

“Los Mercenarios 3” sigue pues la línea de sus predecesoras, con un guión, no obstante, más elaborado. Cuando Barney (Sylvester Stallone) descubre que un ex-mercenario llamado Stonebanks (Mel Gibson) sigue vivo, reúne a un nuevo equipo de mercenarios para combatirle, en pro de llevarle ante el Tribunal de La Haya para que sea juzgado por tráfico de armas. El antiguo equipo de Barney y el nuevo deben unir las viejas estrategias a las modernas para poder vencerle.

Cuando vas al cine a ver “Los Mercenarios 3” esperas básicamente encontrarte lo mismo que viste en las dos anteriores. Humor ochentero, mamarrachadas, tus héroes volviendo a ser jóvenes, y mucha acción y explosiones. Sin embargo, esta película nos sorprende con un tono más serio que no acaba de convencer. No se trata de que el guión sea más adulto, ni de que se trate de una misión con tintes personales; sencillamente que no pega en una película de este estilo tratarla de una forma tan aséptica porque se hace por momentos hasta aburrida. Estás esperando a que cada vez que aparece uno de tus actores favoritos haya un comentario jocoso o sarcástico, un medimiento de colas y alguna explosión incongruente de fondo, y lo que te encuentras es una seriedad a la que no estás acostumbrado. Suerte que la aparición de Galgo (Antonio Banderas) insufla algo de diversión, porque hacia la mitad de la película empiezas un poco a cansarte. Este personaje, unido a la “batalla final” (de sólo un tercio de la peli) son lo que acaba de salvarla.

[...]

Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow