En efecto, Shrek Tercero es una película que, siguiendo la descendiente trayectoria empezada con Shrek 2, supone un nuevo descenso de calidad. Pero no nos engañemos, eso no la convierte en una mala película.

La primera película de Shrek fue genial, un auténtico soplo de aire fresco que llegó en el momento justo. Por supuesto, ante tamaño éxito la maquinaria hollywoodiense no tardó en querer explotar el filón, y así surgió Shrek 2. Una segunda parte que, de no ser por el hilarante Gato con Botas y por el imprescindible Asno, hubiese recibido una crítica mucho peor.

Pero en Shrek 3, a juicio de un servidor, se echa en falta la aparición de algún personaje mítico que nos haga olvidar que nos hallamos ante un "más de lo mismo". El argumento no posee mucho sentido y se queda cojo en algunos momentos. Y el sentido del humor sigue la tónica parodiante de la saga pero, pese a provocar la risa, se basa en muchas ocasiones en refritos de las películas anteriores o en guiños al fan de Shrek. Eso sí, hubo momentos en que el cine entero se partía de la risa y eso es sinónimo de diversión.

En resumen, no es una mala película, lo que ocurre es que mantener el nivel de las dos partes anteriores era, como ha quedado claro, una tarea imposible.