Esto es otra cosa, mucho mejor. La anterior intentaba ser seria al tiempo que metía humor tontorrón, se perdía en ritos diabólicos largos y aburridos y los ghoulies salían un par de minutos en toda la película y no aportaban nada.

Pero la segunda parte es todo lo que no era la primera. Esta vez el tono sigue una estela cercana a Gremlins, Critters y compañía. Unos monstruitos de goma liándola parda, matando gente, jugando en las barracas de la feria, haciendo todo tipo de diabluras... Los momentos serios no existen y el humor negro toma el control. Desde luego es mucho más divertida.

Los protagonistas, además, son de esos entrañables a los que coges cariño. El resto de personajes son de esos imbéciles que hacen gracia y deseas verlos morir. Es un tipo de cine sin pretensiones que busca entretener sin que tengas que pensar lo más mínimo. Perfecto para ver en compañía y reírse todo el rato. De este cine cutre pero con encanto ya no se hace.

La forma de terminar con los diablos es bastante graciosa. Recomendada a los seguidores de la serie b/z fantástica de los 80.