Esa escalofriante figura del fan número 1 es la que se toma como base para una historia de suspense y terror en la que un escritor famoso es salvado de un accidente de coche por una fanática de sus novelas que, para nada casualmente, pasaba por allí.

La película se desarrolla poco más que en una casa, si bien hay una investigación policial paralela un tanto desenfadada que ayuda a rebajar un poco la tensión y el miedo que se genera en la vivienda. El escritor es nuestro punto de vista y el espectador se mete en su piel sin dificultad. Nos angustiamos cuando Annie se pone histérica, nos asustamos cuando aparece por las noches, se nos acelera el corazón cuando Paul intenta escapar y la escuchamos en la entrada, reímos con nerviosismo cuando se comporta como una niña y pensamos, junto a él, los diferentes planes que podemos llevar a cabo para conseguir salir de ahí con vida. Muy buen trabajo con la cámara y con la interpretación de James Caan para lograr todo eso.

Pero el mejor trabajo lo lleva a cabo Kathy Bates. Su interpretación es una maravilla, pasando de la inocencia a la psicopatía con una naturalidad que pone los pelos de punta. Empieza mostrándonos cariño, poco a poco nos intranquiliza su presencia y finalmente provoca miedo cada vez que aparece en la pantalla. De 10.

Gran adaptación de la novela de King a la que adapta fielmente, si bien la suaviza un poco.