Elogio lo que han intentado en este episodio. Un homenaje a Star Trek y series del estilo mezclando videojuegos con realidad, inteligencia artificial, clones virtuales… Mientras hacen una crítica al mundo de los videojuegos, ridiculizando a ese ser que arrasa dentro de la red pero se destapa como un inadaptado penoso en la vida real. Y todo ello siendo, a su vez, como un episodio de una serie de la propia Star Trek.

Ambicioso sin duda, pero fallido también. El problema es que la historia está repleta de incoherencias. No puedes pretender pasar por ciencia ficción creíble pura fantasía, y esto en ocasiones parecía ‘Tron’. Además hay detalles que no cuadran, obviedades que se pasan por alto para que la historia avance y un final carente de toda lógica.

Está bien tener este tipo de ideas, y consta de un buen ritmo la historia, pero si te cargas la coherencia de la misma con tus chorradas imaginarias que intentas colar como posibles y encima haces que el personaje principal sea tonto del culo a pesar de, supuestamente, ser un tío muy listo, pues lo que obtienes es lo que salió, un episodio menor de ‘Black Mirror’ que no llega ni al aprobado.